Expertos advierten sobre riesgos en medición de la pobreza y autonomía del INEI

Expertos advierten sobre riesgos en medición de la pobreza y autonomía del INEI

Expertos advierten sobre el riesgo de que el Ministerio asuma el seguimiento de la pobreza, comprometiendo la independencia y calidad del INEI.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro

La calidad de las estimaciones estadísticas es un tema complejo y delicado, que se torna especialmente crítico cuando se trata de medir fenómenos sociales y económicos en un país donde las realidades son cambiantes y muchas veces imprecisas. Recientemente, los expertos Javier Escobal y Javier Herrera, miembros de la Comisión Consultiva de la Medición de la Pobreza, han expresado su preocupación sobre una propuesta del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social que busca asumir el seguimiento estadístico de la pobreza. Este cambio, argumentan, podría comprometer la autonomía técnica del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), lo que podría tener repercusiones negativas en la calidad de las estadísticas que el país necesita para la formulación de políticas efectivas. La metáfora del "gato de despensero", utilizada por Escobal y Herrera, ilustra la paradoja que enfrentan las instituciones cuando son responsables de cumplir objetivos sociales y, a la vez, de medir su propio rendimiento. Este dilema ético pone de manifiesto la importancia de contar con instituciones independientes que puedan realizar evaluaciones objetivas y precisas, lejos de influencias políticas que podrían sesgar los resultados. Es crucial recordar que la producción de estadísticas no es solo una cuestión técnica, sino también una cuestión de confianza pública y de validez en la toma de decisiones. Aprovechar el actual debate sobre el rol del INEI es una oportunidad para reflexionar sobre la evolución de las mediciones estadísticas en el Perú. Al observar cómo ha cambiado el mundo en las últimas seis décadas, resulta evidente que los desafíos en la recolección de datos han multiplicado y diversificado. Las estadísticas que antes podían ser más simples de obtener ahora deben lidiar con la complejidad de una sociedad en constante transformación, donde las dinámicas sociales y económicas presentan nuevos obstáculos. Recordando una experiencia personal de hace más de 60 años, el autor de este análisis relata cómo, durante su carrera, se le encomendó la tarea de calcular y anunciar resultados económicos en un contexto de escasa información. En esos tiempos, la intervención de expertos internacionales, como Charles Schwartz del Fondo Monetario Internacional, fue esencial para mejorar la calidad de las estadísticas en el Perú. Schwartz, un referente en la creación de metodologías estadísticas, proporcionó una perspectiva valiosa sobre cómo abordar la falta de información confiable en un país con graves desafíos económicos. El contraste entre las metodologías de otros países también resalta el ingenio y la adaptabilidad de las instituciones estadísticas. El autor recuerda su visita a Uruguay, donde la recolección de datos se realizaba de una manera poco convencional, observando físicamente el crecimiento de la infraestructura desde una oficina. Esto le sirvió como un recordatorio de que muchas estadísticas se generan a partir de supuestos y estimaciones, lo que sugiere que todos los países enfrentan el dilema de la imprecisión en sus mediciones. Además, es importante destacar que la calidad de las estimaciones estadísticas en áreas críticas como la salud y el bienestar de las poblaciones más vulnerables siempre estará sujeta a márgenes de error significativos. Esto es particularmente cierto para las comunidades aisladas y empobrecidas, que a menudo son las más difíciles de medir y evaluar. Por ello, la independencia en la evaluación de los esfuerzos públicos y privados para mitigar la pobreza debe ser una prioridad en la agenda nacional. Los datos estadísticos son herramientas fundamentales para las políticas públicas, pero su valor se ve comprometido si no se generan de manera rigurosa y objetiva. En este sentido, la posibilidad de que una institución que tiene un interés en los resultados también sea responsable de su medición plantea serias dudas sobre la credibilidad de los datos obtenidos. Esto es una trampa en la que no solo caerían las estadísticas, sino que también se verían comprometidas las políticas que se basan en ellas. Es por ello que la comunidad académica, los responsables de políticas y la sociedad civil deben unirse en defensa de la independencia del INEI y de la calidad de las estadísticas en el Perú. Mantener estándares elevados y procesos transparentes en la recolección y análisis de datos no es solo una cuestión técnica, sino un imperativo moral que debe guiar la acción pública. Indiscutiblemente, las estadísticas son el espejo de la realidad social y económica de un país; por tanto, deben ser manejadas con la seriedad y la responsabilidad que se merecen. A medida que el Perú avanza hacia el futuro, será esencial asegurar que las estadísticas no solo reflejen una imagen precisa de la situación actual, sino que también sirvan como base sólida para la toma de decisiones que promuevan el desarrollo y la inclusión social. En este camino, el rol del INEI debe ser preservado y fortaleciendo, garantizando así que las voces de los más vulnerables sean escuchadas y sus realidades medidas con la precisión que requieren.

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