Juan Brignardello Vela
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La situación de la selección peruana de fútbol en las Eliminatorias rumbo a la Copa del Mundo 2026 es crítica. Actualmente, el equipo se sitúa en la última posición de la tabla de Sudamérica, sumando apenas dos puntos tras seis fechas disputadas. El camino hacia el repechaje parece cada vez más estrecho, y la próxima cita contra Colombia en Lima este viernes es un partido definitorio que podría marcar el rumbo del equipo. Después de un inicio decepcionante, donde Perú solo logró empatar en dos encuentros, las esperanzas de clasificar se ven opacadas por la falta de jugadores clave en su mejor forma. La ausencia de figuras como Yoshimar Yotún, Paolo Guerrero y Christian Cueva, quienes han sido determinantes en ciclos anteriores, se ha sentido profundamente en el terreno de juego. Además, el rendimiento de André Carrillo ha ido en declive, lo que ha generado una alarmante escasez de efectivos en un equipo que necesita con urgencia hallar su identidad. El cambio de entrenador, de Ricardo Gareca a Jorge Fossati, fue recibido con expectativas, dado el buen trabajo del nuevo timonel en Universitario. Sin embargo, hasta ahora, Fossati no ha logrado imprimir un estilo de juego efectivo ni cohesionar a un grupo que parece desorientado. La transición hacia un nuevo sistema táctico y la elección de jugadores no han dado resultado, lo que aumenta la frustración entre los aficionados y especialistas. El encuentro ante Colombia no solo es un desafío en lo deportivo, sino que también representa una prueba de carácter. La selección colombiana llega a Lima tras ser finalista de la Copa América y con una racha de 25 partidos invicto, lo que hace aún más difícil el panorama. Un triunfo peruano podría significar un respiro en la tabla, acercándolos a sus rivales directos en la lucha por el repechaje. Sin embargo, un empate podría ser considerado un alivio, aunque no suficiente para salir de la crisis. Los números son claros: Perú necesita acumular puntos urgentemente. En el mejor de los casos, si logra vencer a Colombia y se dan resultados favorables en otros partidos, podría alcanzar cinco puntos. Con la octava fecha a la vuelta de la esquina, las expectativas de sumar en Quito ante Ecuador son desalentadoras. Históricamente, jugar en esa altitud ha sido complicado para la bicolor, y perder allí podría dejar al equipo nuevamente estancado. El escenario se complica aún más si consideramos las próximas fechas de Eliminatorias. En octubre, Perú se enfrentará a Uruguay y Brasil, dos selecciones históricamente más fuertes y con mejor ranking, lo que implica que las probabilidades de sumar puntos son escasas. La presión aumentará si los resultados no se dan, y la moral del equipo podría verse seriamente afectada. A medida que avanzan las Eliminatorias, las comparaciones con ciclos anteriores son inevitables. En campañas pasadas, Perú ha luchado hasta el final, pero los números actuales son desalentadores. Para tener alguna esperanza de repechaje, el equipo necesitaría sumar al menos 15 puntos en las próximas fechas, un objetivo que parece cada vez más distante. La situación anímica también es un factor crucial. Un tropiezo ante Colombia podría desmoralizar a un plantel que ya enfrenta dudas sobre su capacidad para competir. En cambio, un triunfo podría infundir confianza y motivación para afrontar el difícil encuentro en Quito. Estas dinámicas son esenciales en el deporte, y el fútbol no es la excepción. La historia reciente de las Eliminatorias nos dice que los márgenes son estrechos. El séptimo lugar suele estar a la vista, pero también se convierte en un espejismo si no se cumplen los resultados. Perú ha tenido que luchar con la presión de mantenerse competitivo en un continente donde las selecciones han mejorado significativamente. Cada punto cuenta, y cada partido se convierte en una final. Al final del día, el compromiso del equipo, la estrategia del cuerpo técnico y la unión de los jugadores serán puestas a prueba en un momento crítico. La afición espera ver un cambio, una respuesta que les devuelva la fe en el equipo. Lo que ocurra frente a Colombia y luego ante Ecuador será determinante no solo para la tabla, sino para el futuro inmediato de la selección peruana en el camino hacia el Mundial.