Iron Cowboy: El inspirador viaje de Fernando Rufino desde la adversidad hasta la gloria paralímpica.

Iron Cowboy: El inspirador viaje de Fernando Rufino desde la adversidad hasta la gloria paralímpica.

Fernando Rufino, el "Vaquero de Hierro," es un canoista paralímpico de Brasil que encarna la resiliencia, superando las adversidades de la vida para inspirar a muchos.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Deportes 06.09.2024

Fernando Rufino, conocido cariñosamente como el "Cowboy de Hierro", encarna la resiliencia y la determinación como pocos otros. Este celebrado paralímpico de Brasil ha emergido no solo como un atleta notable en el canotaje, sino como un símbolo conmovedor del indomable espíritu humano. El extraordinario viaje de Rufino está marcado por una serie de incidentes desgarradores que habrían desalentado a la mayoría. En cambio, lo han moldeado en un guerrero de la vida, ganándose elogios y respeto tanto dentro como fuera del agua. En el corazón de la historia de Rufino se encuentra un accidente que cambió su vida, ocurrido cuando apenas tenía 21 años. Después de caer de un autobús en movimiento, sufrió graves lesiones que resultaron en un daño significativo en la columna vertebral, lo que requirió la instalación de placas metálicas para soportar su espalda. Sin embargo, este incidente fue solo el comienzo de una serie de experiencias casi fatales. Desde ser pisoteado por un toro de 800 kilogramos hasta ser alcanzado por un rayo, la vida de Rufino se asemeja a un torbellino de adrenalina y adversidad. "Me encanta cuando me suceden accidentes", afirma con una sonrisa. "Simplemente me da más historias que contar". Criado en una granja tradicional en Mato Grosso do Sul, la educación de Rufino estuvo impregnada de los valores del trabajo duro y la perseverancia. Sus sueños infantiles de convertirse en un jinete de rodeo se desvanecieron debido a sus lesiones, pero el vínculo con su familia y los animales se mantuvo. Después de su accidente, se apoyó fuertemente en su padre para su rehabilitación, reaprendiendo a caminar mientras montaba caballos y nadaba en el embalse local. "Los animales son parte de mi historia y de quién soy", reflexiona, subrayando su papel fundamental en su recuperación. A través de una pura determinación, Rufino transformó el trágico giro de su vida en una nueva pasión por el deporte. En 2012, descubrió el canotaje adaptado, un momento crucial que le permitió olvidar su discapacidad mientras se deslizaba por el agua. "Me siento como cualquier otra persona", comparte, ilustrando la experiencia liberadora de competir en un deporte que borra las barreras percibidas. Su transición al canotaje adaptado resultó fructífera, culminando en un debut inolvidable en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, donde se convirtió en el primer brasileño en ganar una medalla de oro. Mientras se prepara para defender su título en el evento Va'a 200m VL2, Rufino no solo compite por sí mismo; se siente respaldado por el apoyo de su familia en casa y su amistad con el compañero atleta Igor Tofalini. Su relación es un hermoso recordatorio de la camaradería en la competencia, ya que entrenan, comen y comparten experiencias de vida juntos. "Si él gana, tendremos una barbacoa para celebrar, y será lo mismo si yo gano", dice Rufino, enfatizando la alegría de las victorias compartidas y el respeto mutuo. A sus 39 años, Rufino se acerca a su próxima competencia con una feroz confianza. "Sin querer sonar engreído, ya he ganado todo lo que se puede ganar en mi deporte", señala, con la intención no solo de defender su título, sino también de potencialmente consolidar su legado como campeón paralímpico doble. Ya ha puesto su mirada en los Juegos de Los Ángeles 2028, insinuando que podrían ser sus últimos. Ya sea que enfrente la victoria o la derrota en los próximos días, una cosa está clara: Fernando "Cowboy de Hierro" Rufino representa más que solo destreza atlética; es un faro de esperanza y aliento para innumerables personas que enfrentan sus propias batallas. Su viaje desde una granja rural hasta el escenario mundial es un poderoso testimonio de la fuerza del espíritu humano, demostrando que los verdaderos campeones a menudo forjan su camino a través de la adversidad. El mantra de Rufino podría resumirse en una simple verdad: está aquí para ganar en la vida, no solo en el deporte.

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