Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un relato inspirador de ambición y unidad familiar, la familia Lomu ha cambiado su vida en Texas por las lejanas costas de Tonga, todo en busca de un sueño: jugar en las eliminatorias para la Copa del Mundo 2026. Maikeli Lomu, cuya herencia tongana proviene de su padre, encontró la chispa que encendió esta decisión que cambiaría su vida a través de una simple publicación en Facebook de la Asociación de Fútbol de Tonga. Era un llamado para jugadores justo antes de las eliminatorias, y resonó con Maikeli, quien ya estaba contemplando un cambio significativo en su vida. Después de haber vivido en Utah y, más recientemente, en Texas, Maikeli y su esposa Cassidy se encontraban en una encrucijada, ansiosos por la aventura pero inseguros de sus próximos pasos. La idea de desarraigar sus vidas hacia una pequeña isla polinesia no estaba en su radar hasta que Maikeli compartió la oportunidad con Cassidy. Su apoyo inmediato fue una luz verde esencial en su proceso de toma de decisiones. "Tienes que hacerlo, por favor," le instó, transformando un interés casual en una misión familiar compartida. Una vez que Maikeli recibió una invitación para una prueba de dos semanas en Tonga, la realidad de su inminente mudanza golpeó con fuerza. Cassidy, que se quedó en Texas con sus tres hijas pequeñas, sintió el peso de su decisión. "Pensé que era una broma," admitió más tarde, recordando las lágrimas de incredulidad. Pero pronto, ella y las niñas se unieron a él en Tonga, embarcándose en un viaje que transformaría por completo sus vidas. El camino de Maikeli a través del fútbol ha sido poco convencional. A pesar de un comienzo prometedor en la escuela secundaria y una beca universitaria, una misión religiosa interrumpió sus ambiciones atléticas, dejándolo jugar a un nivel amateur durante años. La escena del fútbol tongano, principalmente opacada por la pasión nacional por el rugby, tenía una necesidad urgente de jugadores. Con la base de jugadores local limitada y las oportunidades escasas, el compromiso de Maikeli, aunque modesto en experiencia, se convirtió en un activo valioso. Para el equipo de fútbol de Tonga, que enfrentó unos años desafiantes debido a la pandemia y desastres naturales, la llegada de los Lomu trajo un destello de esperanza. Sus esfuerzos por rejuvenecer al equipo cuentan con el apoyo de las iniciativas de la FIFA destinadas a reconstruir el deporte en Tonga, reavivando el interés y la participación entre la generación más joven. La transición de la pareja a la vida insular no ha estado exenta de desafíos. Aunque visitaron Tonga brevemente en 2019, vivir allí a tiempo completo es una experiencia diferente. Cassidy recuerda su shock inicial ante la vida silvestre local y los ajustes necesarios para sus hijas. Para facilitar la transición, la familia comercializó ingeniosamente su nuevo hogar como un lugar similar al mundo de Moana, una historia que resonó con sus pequeños, estableciendo un tono positivo para este gran cambio en sus vidas. A pesar del glamour que rodea la idea de competir en las eliminatorias de la Copa del Mundo, las realidades de tal empeño son desalentadoras. Los Lomu son muy conscientes de que las probabilidades son escasas para que Tonga llegue a la fase final en América del Norte. Sin embargo, para Maikeli, simplemente tener la oportunidad de vestir una camiseta nacional, aunque sea una vez, sería un sueño realizado. A medida que se acerca a los partidos de preclasificación, lleva consigo un sentido de logro, independientemente del resultado. Los planes para el futuro de la familia siguen siendo fluidos. Si Maikeli no logra asegurar un lugar en el equipo, han imaginado una vida construida sobre oportunidades locales. Cassidy está ansiosa por profundizar en la enseñanza de la cerámica y explorar emprendimientos gastronómicos en los mercados locales. La pareja está decidida a mantenerse adaptable, lista para regresar a Texas si su nueva vida no florece. "Nos quedaremos aquí mientras funcione," afirmó Cassidy, expresando el compromiso de la familia de aprovechar al máximo su aventura. A medida que la familia Lomu navega por este nuevo capítulo, encarnan un espíritu de resiliencia y exploración. Su viaje es un testimonio del poder de los sueños, la fuerza de los lazos familiares y la emoción de abrazar lo desconocido. En todos los aspectos, no solo están persiguiendo un sueño de Copa del Mundo; están construyendo una vida rica en experiencias, conexiones y un profundo sentido de pertenencia en una tierra que guarda parte de su herencia.