Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Los Juegos Paralímpicos de París 2024 están a la vuelta de la esquina y, con ellos, un grupo de atletas que han roto barreras y han demostrado que el deporte es un ámbito donde la perseverancia y la determinación pueden llevar a logros extraordinarios. De entre ellos, destacan cuatro deportistas que no solo han competido en los Juegos Paralímpicos, sino que también han dejado su huella en los Juegos Olímpicos, convirtiéndose en pioneras en sus respectivas disciplinas. Entre estas inspiradoras figuras se encuentra la brasileña Bruna Costa, quien ha hecho historia al convertirse en la primera atleta de su país en competir tanto en los Juegos Olímpicos como en los Paralímpicos en la misma edición. A sus 29 años, Bruna se prepara para luchar por una medalla de oro en el tenis de mesa, una disciplina que ha amado desde su infancia. La deportista, que perdió un brazo debido a una complicación médica en su niñez, ha encontrado en el deporte un refugio y una forma de expresar su indomable espíritu competitivo. Bruna ha declarado que su sueño es que algún día las competiciones entre atletas con y sin discapacidades sean algo cotidiano. Su propia trayectoria ha estado marcada por la superación, inspirándose en otras atletas, como la polaca Natalia Partyka, quien ha sido una verdadera pionera en este sentido. Partyka, quien también compitió en ambas categorías, ha demostrado que no existen límites para aquellos que persiguen sus sueños y ha cosechado una impresionante cantidad de medallas en su carrera. Por su parte, la italiana Asunta Legnante, quien se enfrenta al desafío del lanzamiento de bala, también está lista para hacer su debut en los Paralímpicos. Con 46 años y completamente ciega debido a una condición congénita, Asunta ha tenido que superar obstáculos significativos para llegar hasta aquí. Su motivación es clara: demostrar que no está limitada por sus circunstancias y que la adversidad puede ser un impulso para alcanzar grandes metas. Su sueño de competir en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, coincidiendo con su 50 cumpleaños, es un testimonio de su incansable espíritu. Desde Australia, Melissa Tapper ha hecho olas en el mundo del tenis de mesa, siendo la primera atleta de su país en participar en ambos Juegos. Su historia es también de resiliencia, dado que una lesión al nacer le causó una parálisis que no la detuvo en su camino hacia el éxito. Melissa ha representado a su país en varias competiciones de alto nivel, llevando consigo la esperanza y el orgullo de muchas personas que, como ella, enfrentan sus propias batallas. Estas cuatro atletas son un recordatorio poderoso de que el deporte no tiene fronteras y que la inclusión es un valor esencial que debemos fomentar. El hecho de que puedan competir en los mismos eventos es un avance significativo hacia la igualdad y la aceptación en el ámbito deportivo. Las historias de Bruna, Asunta, Melissa y Natalia nos muestran que, independientemente de las limitaciones físicas, la pasión y el deseo de competir son los verdaderos motores del éxito. Los Juegos Paralímpicos de París 2024 no solo serán una plataforma para que estos y otros atletas muestren su talento, sino también un escenario para inspirar a futuras generaciones. Sus trayectorias invitan a la reflexión sobre la importancia de la inclusión y la diversidad en el deporte, elementos fundamentales para construir un mundo más justo y equitativo. A medida que se acercan los juegos, el mundo estará atento a las hazañas de estos atletas, quienes, sin duda, continuarán desafiando expectativas y rompiendo moldes. La historia de quienes compiten en ambas categorías es aún corta, pero está llena de logros y símbolos de cambio. Cada medalla ganada y cada récord establecido son pasos hacia un futuro donde el deporte sea verdaderamente accesible para todos. Así, las historias de estas extraordinarias deportistas nos recuerdan que, más allá de las competencias y los trofeos, el verdadero triunfo radica en la capacidad de inspirar a otros y de demostrar que los límites son, a menudo, solo una construcción social. En París 2024, el mundo del deporte se unirá para celebrar no solo la excelencia atlética, sino el poder de la resiliencia humana y la fuerza de voluntad.