El verdadero novato Reece Vander Zee brilla en la dominante victoria por 40-0 en el partido inaugural de la temporada de Iowa.

El verdadero novato Reece Vander Zee brilla en la dominante victoria por 40-0 en el partido inaugural de la temporada de Iowa.

Reece Vander Zee brilló en la victoria de Iowa por 40-0 sobre Illinois State, marcando un comienzo esperanzador para la renovada ofensiva y defensiva de los Hawkeyes.

Juan Brignardello, asesor de seguros

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Deportes 01.09.2024

Reece Vander Zee, un receptor de primer año, acaparó los titulares este fin de semana al ayudar a los Iowa Hawkeyes a lograr una contundente victoria de 40-0 sobre Illinois State. Originario de Rock Rapids, un pequeño pueblo a 350 millas de Iowa City, la actuación de Vander Zee fue simplemente espectacular, ya que se convirtió en el primer receptor de primer año en iniciar el partido inaugural de la temporada para Iowa desde que el entrenador en jefe Kirk Ferentz asumió en 1999. Con cinco recepciones para 66 yardas y dos touchdowns, Vander Zee no solo hizo una declaración, sino que también reavivó la esperanza de una ofensiva ansiosa por deshacerse del estigma de las dificultades de la temporada pasada. Las 492 yardas totales de ofensiva de los Hawkeyes marcaron una mejora significativa, mostrando el impacto del nuevo coordinador ofensivo Tim Lester. Bajo la dirección de Lester, el equipo superó el umbral de 389 yardas establecido por los coordinadores anteriores en sus primeros partidos, lo que indica un posible cambio en el enfoque ofensivo de Iowa. Este estallido de energía fue particularmente crucial después de que el programa se ubicara en último lugar en la FBS por promedio de yardas por partido la temporada pasada, una cifra decepcionante que había llevado a los aficionados de Iowa a clamar por un cambio. El mariscal de campo Cade McNamara, haciendo su regreso tras una lesión de ACL, fue fundamental en este cambio. Completó 21 de 31 pases para 251 yardas y tres touchdowns, demostrando un dominio del juego que había estado ausente en temporadas anteriores. El ala cerrada Luke Lachey también brilló, atrapando seis pases para 63 yardas en su regreso de la lesión, mientras que el corredor Kaleb Johnson, a pesar de un comienzo difícil, terminó fuerte con 119 yardas en carrera y dos touchdowns. Defensivamente, Iowa continuó mostrando su destreza, registrando su cuarto blanqueo en 26 partidos y limitando a Illinois State a solo 189 yardas totales. El tackle defensivo Aaron Graves dejó su huella en su primera titularidad con tres sacks, contribuyendo a una exhibición dominante que mostró la profundidad de los Hawkeyes en ambos lados del balón. A pesar de un inicio lento que vio a Iowa liderar solo 6-0 en el medio tiempo, el tercer cuarto resultó ser un punto de inflexión. Los Hawkeyes encontraron su ritmo, anotando en cinco de sus seis posesiones en la segunda mitad. La capacidad de McNamara para ajustarse y mejorar en las etapas finales del partido fue un testimonio del arduo trabajo y la preparación previos a este partido inaugural. La aparición de Vander Zee como un jugador clave también es intrigante dado su camino poco convencional hacia el campo. Inicialmente un mariscal de campo de doble amenaza en la escuela secundaria, optó por enfocarse en el fútbol americano tras una lesión en la pista en primavera, uniéndose a los Hawkeyes temprano para prepararse para el desafío que se avecinaba. Con una estatura de 6 pies 4 pulgadas y 207 libras, posee el tamaño ideal para un receptor X, y su atletismo se mostró en todo su esplendor durante el juego, particularmente en su segunda recepción de touchdown donde superó a los defensores para realizar una atrapada crucial. Si bien esta victoria contundente contra un oponente de FCS no garantiza el éxito futuro, sin duda proporcionó un impulso moral muy necesario para un equipo que luchó la temporada pasada. El próximo partido de rivalidad contra Iowa State servirá como una verdadera prueba de este nuevo esquema ofensivo y de la capacidad de los jugadores para mantener su impulso. Mientras Vander Zee y sus compañeros celebraban su logro, había una palpable sensación de emoción y optimismo sobre la dirección del fútbol de Iowa. Por ahora, los Hawkeyes y sus seguidores están ansiosos por saborear este momento de triunfo, esperando que signifique una nueva era de destreza ofensiva y espíritu competitivo.

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