Génesis Inka MTB: una odisea ciclista que une costa y Andes en Perú

Génesis Inka MTB: una odisea ciclista que une costa y Andes en Perú

La Génesis Inka MTB finalizó en Tuquillo, destacando la resistencia de ciclistas locales e internacionales, con un fuerte vínculo comunitario.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Deportes 01.09.2024

La brisa marina de Tuquillo se convirtió en el telón de fondo perfecto para la culminación de la Génesis Inka MTB, un evento que unió los altos Andes de Áncash con la costa durante cinco intensos días. La competencia, que comenzó en el distrito de San Marcos, se desarrolló a lo largo de más de 300 kilómetros, desafiando a los ciclistas con terrenos exigentes y altitudes que superaron los 4,900 metros sobre el nivel del mar. Este recorrido no solo fue una prueba de resistencia física y mental, sino también un viaje a través de la riqueza cultural y natural del Perú. El ancashino Aldo Cotrina, quien hizo valer su condición de local, fue el primero en cruzar la meta en Tuquillo, marcando un hito en su carrera ciclista. "Ha sido bastante difícil la ruta, con la altura al inicio y luego el desierto con el viento en contra. Estoy feliz de llegar a la meta. Es muy emocionante", expresó Cotrina, quien fue recibido calurosamente por el alcalde de San Marcos y una multitud de seguidores que celebraron su logro en casa. La participación en la Génesis Inka MTB fue internacional, con 85 ciclistas provenientes de ocho países diferentes, quienes encontraron en el recorrido una mezcla de dificultades y paisajes impresionantes. Competidores de naciones como Costa Rica y Uruguay quedaron maravillados por la experiencia, destacando la belleza de la ruta y la calidez del recibimiento en Huarmey. "Esta ha sido la carrera más dura que he hecho. Es super emocionante compartir con los niños y llegar al mar después de pasar por todos esos lugares tan lindos", comentó Silvina Silva, la primera mujer en cruzar la meta, quien se tomó su revancha tras no completar la prueba en 2019. La llegada de los ciclistas no solo fue un momento de celebración personal, sino también un evento comunitario. Familiares, amigos y pobladores locales se unieron para recibir a los competidores, creando un ambiente festivo que reafirmó el espíritu de unidad y camaradería que caracteriza al ciclismo. Un momento especialmente emotivo fue la llegada de Hellen León, una ciclista local que fue recibida por sus hijos con una pancarta que decía "La mejor ciclista es mi mamá", un reflejo conmovedor del apoyo familiar que se vive en este deporte. Además de la competencia, la organización BKO Sports, en colaboración con Antamina, realizó una feria agrícola en la Plaza de Armas de Huarmey, beneficiando a los comerciantes locales e integrando aún más a la comunidad en este evento. La intervención de empresas como Antamina muestra un compromiso no solo con el deporte, sino también con el desarrollo de las comunidades que rodean esta rica región. La Génesis Inka MTB no solo fue una prueba de resistencia, sino un viaje de descubrimiento y conexión. Muchos ciclistas se llevaron consigo recuerdos imborrables, no solo de su rendimiento, sino de la calidez de las interacciones y el apoyo que encontraron a lo largo del camino. La experiencia de compartir momentos con los niños de San Marcos, por ejemplo, quedó grabada en la memoria de muchos competidores, quienes valoraron profundamente el impacto social de la carrera. El evento también se destacó por su capacidad para atraer la atención a la belleza natural de Áncash, un destino que combina montañas majestuosas y paisajes costeros. La ruta de la competencia permitió a los ciclistas experimentar de primera mano la diversidad geográfica del Perú, lo que sin duda incentivará a futuros deportistas a participar y explorar esta increíble región. Con una combinación de desafíos físicos, encuentros culturales y la calidez del pueblo peruano, la Génesis Inka MTB se concluyó con éxito, dejando a los competidores con un sentido de logro y a la comunidad local con un orgullo renovado. En los próximos años, se espera que este evento continúe creciendo y atrayendo a más ciclistas de todo el mundo, consolidándose como una de las competencias más emblemáticas del ciclo turismo en el país. La Génesis Inka MTB no es solo un evento deportivo, sino una celebración de la resiliencia, el esfuerzo y la unión de las comunidades a través de la pasión por el ciclismo. A medida que los competidores regresan a sus hogares, llevan consigo no solo trofeos, sino également historias de superación y amistad, cementando la promesa de un futuro aún más brillante para el ciclismo en Perú.

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