Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La celebración de 40 años de vida del grupo Íntegro, bajo el lema "Tensar el presente/Hilar el futuro", es una muestra palpable del arte independiente y experimental en Perú. A lo largo de cuatro décadas, este colectivo ha desafiado las convenciones artísticas, presentando propuestas que trascienden los límites tradicionales y que, en su esencia, buscan conectar con el espectador de una manera profunda y sensorial. Fundado en 1984 por el pintor Óscar Naters y la artista Ana Zavala, Íntegro ha sido pionero en la integración de diversas disciplinas artísticas. Desde sus inicios, Naters propuso una mirada diferente al arte, llevando su pintura a un ámbito donde el sonido, el movimiento y otros estímulos sensoriales se entrelazan. "Nuestros montajes apelan a lo sensorial, no solo en imágenes, sino también en sonidos, olores, sabores y texturas", explica Naters, acentuando la singularidad de su enfoque. A lo largo de su trayectoria, el grupo ha mantenido un compromiso con la crítica social. Sus proyectos no solo reflejan la realidad peruana, sino que también abordan temas de relevancia global, como el cuidado del medio ambiente y las dinámicas culturales. Este interés por la experimentación y la libertad creativa ha permitido a Íntegro construir un legado que trasciende generaciones y contextos, consolidándose como un referente del arte independiente en la región. El desafío de hacer arte en un entorno hostil para la creatividad es uno de los temas recurrentes en las conversaciones con Naters y Zavala. "Como grupo independiente, remamos con gran dificultad en el Perú", señala Naters, enfatizando las limitaciones que enfrenta en un país donde el apoyo a la cultura a menudo es escaso. La necesidad de adaptarse y multiplicarse en roles —el vestuarista se convierte en bailarín y el bailarín en productor— es una constante que retrata la realidad del arte en el país. A pesar de las limitaciones presupuestarias, la calidad de su trabajo ha sido reconocida en más de 40 países, donde han dejado una huella indeleble en festivales internacionales. Este éxito no solo se mide en términos de presentaciones, sino en la creación de vínculos con otros artistas y en la inspiración que su labor ha generado en las nuevas generaciones de creadores peruanos. En el marco de su aniversario, Íntegro ha decidido revisar su trayectoria, un proceso que Zavala compara con un "quirófano". Esta reflexión les permitirá seleccionar las piezas más representativas de su obra, uniendo lo antiguo con lo contemporáneo y, al mismo tiempo, ofreciendo al público una experiencia renovada. "Vamos hilando las piezas vigentes y armando esta obra como un poema para el público", menciona Zavala, subrayando la importancia de esta revisión no solo como un acto conmemorativo, sino como un ejercicio de reflexión artística. Esta mirada hacia el pasado también invita a los artistas de la primera generación de Íntegro a participar, fortaleciendo los lazos entre quienes han formado parte de este viaje. La cohesión y el intercambio entre generaciones son elementos centrales en la filosofía del grupo, que ve en la colaboración una manera de enriquecer su propuesta. El proyecto no solo celebra la historia de Íntegro, sino que también se adentra en la evolución cultural y social del Perú. A través de su arte, el colectivo explora cómo los cambios en la sociedad se reflejan en las composiciones contemporáneas, creando un diálogo entre el pasado y el presente. En un contexto marcado por la transformación constante, Íntegro se niega a conformarse con las convenciones, eligiendo en cambio la independencia y la autenticidad como sus principales guías. La propuesta de Íntegro se sitúa en un espacio en el que la masificación del entretenimiento no tiene cabida. "En el Perú nunca se sabe cuándo la próxima exposición podría ser la última", advierten, revelando la fragilidad de su existencia en el panorama artístico actual. Esta incertidumbre, lejos de desanimarlos, se convierte en una fuente de motivación para seguir creando con libertad y experimentación. Al concluir esta conmemoración de 40 años, el legado de Íntegro se reafirma como un bastión del arte independiente en Latinoamérica. Su historia no solo es la de un grupo que se ha mantenido firme ante adversidades, sino la de una visión que sigue inspirando a nuevas generaciones a soñar y a crear en un mundo que a menudo parece desinteresarse por el arte auténtico y comprometido. La celebración de su aniversario es, en última instancia, un recordatorio de que la libertad creativa es una conquista que merece ser celebrada y defendida.