Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un contexto donde el Perú ha logrado un crecimiento económico significativo en las últimas décadas, se hace urgente reflexionar sobre la discrepancia entre preocuparnos y ocuparnos de los problemas que enfrentamos. La pregunta planteada por aquel exjefe admirado sirve como marco de referencia para una conversación más amplia sobre nuestras prioridades y la manera en que actuamos frente a los desafíos del país. En la actualidad, la pobreza y la desigualdad se presentan como obstáculos persistentes que requieren atención inmediata y medidas efectivas. La realidad es que preocuparnos sin tomar acciones concretas solo conduce a la inacción. En lugar de permitir que nuestras preocupaciones nos paralicen, es fundamental dar un paso adelante y ocuparnos. Esta actitud activa no solo nos empodera como individuos, sino que también permite que nuestras comunidades y, en última instancia, el país entero avance hacia un futuro más prometedor. El compromiso individual debe traducirse en acción colectiva, donde cada uno de nosotros asuma un rol en la solución de los problemas que nos afectan. Para que este cambio de mentalidad se materialice, es esencial que el sector público, privado y la sociedad civil trabajen de manera conjunta. La identificación clara de los problemas que requieren atención urgente es el primer paso hacia la implementación de políticas efectivas. Invertir en áreas críticas como educación, salud y inclusión social no es solo un deber moral, sino una necesidad estratégica para cerrar las brechas que aún persisten en el desarrollo del Perú. Desde Aporta, hemos tomado la iniciativa de abordar estas cuestiones. Nuestro enfoque en entender y mejorar la calidad de vida de los colaboradores de las empresas de Breca y sus familias se centra en áreas clave como la educación, la salud, la economía y la vivienda. Este trabajo no solo busca aliviar las condiciones actuales, sino también generar un impacto a largo plazo que contribuya al desarrollo integral de las comunidades. El análisis de brechas existentes nos ha permitido diseñar e implementar intervenciones específicas que abordan estas vulnerabilidades. Gracias a estas acciones, hemos logrado reducir las brechas de vulnerabilidad en más de 5 puntos porcentuales, evidenciando que el ocuparnos de los problemas puede llevar a resultados tangibles y significativos. Este tipo de iniciativas son el ejemplo de que el compromiso y la acción son más efectivos que la simple preocupación. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. La tarea de ocuparnos y no solo preocuparnos debe ser un esfuerzo continuo y compartido. Cada avance, por pequeño que sea, representa un paso hacia un desarrollo más sostenible y equitativo. Reitero que debemos dejar de ser meros espectadores de nuestra realidad y convertirnos en actores activos en la búsqueda de soluciones a los grandes desafíos que enfrenta nuestro entorno personal y nacional. Es imperativo que todos asumamos la responsabilidad de actuar. Las circunstancias no cambiarán por sí solas; somos nosotros quienes debemos tomar la iniciativa y abordar los problemas que requieren atención urgente. La preocupación puede ser el primer paso hacia el cambio, pero la ocupación es lo que realmente transforma realidades. El camino hacia un Perú más justo y próspero está lleno de retos, pero también de oportunidades. Al unirnos en este esfuerzo, podemos construir una cultura de responsabilidad y acción que no solo beneficie a unos pocos, sino que genere un impacto positivo en toda la sociedad. Finalmente, la invitación es clara: ocupémonos, seamos parte activa de este proceso de transformación y trabajemos juntos por un futuro mejor para todos.