Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Para los profesionales inmersos en el mundo del fútbol, ver partidos a menudo puede sentirse más como un trabajo que como un pasatiempo. Estas personas, desde analistas de datos hasta exjugadores convertidos en comentaristas, lidian con la dualidad de su pasión por el juego y sus responsabilidades profesionales, difuminando a menudo las líneas entre el disfrute y el análisis. Hesham Abozekry, director de operaciones de datos en Hudl y cofundador de StatsBomb, comparte una perspectiva única sobre este desafío. "Intento no pensar en el trabajo mientras veo por diversión", admite, aunque reconoce que los momentos controvertidos durante un partido pueden generar preocupaciones sobre la interpretación de los datos. Su experiencia destaca la compleja relación que muchos analistas tienen con la visualización del fútbol, donde cada gol y asistencia puede ser examinada a través de una lente profesional. Carlon Carpenter, jefe de análisis de video en Houston Dynamo, refleja los sentimientos de Abozekry sobre las exigencias de la profesión. "La cantidad de trabajo que se necesita para obtener una visión completa de lo que está sucediendo puede ser bastante agotadora." Sin embargo, para Carpenter, ver fútbol de manera casual es una oportunidad para relajarse y disfrutar del espectáculo sin el peso de las obligaciones profesionales que lo agobian. Jamie Carragher, exdefensor del Liverpool y destacado comentarista, también navega este equilibrio. Admite que, aunque está analizando partidos "el 80 por ciento del tiempo", ocasionalmente se permite ver sin la mentalidad analítica. Este cambio suele ocurrir después de una semana exigente, ilustrando el desgaste que el análisis constante puede tener incluso en los profesionales más experimentados. A diferencia de las experiencias de Abozekry y Carpenter, Aurel Nazmiu, un científico de datos senior en Twenty First Group, encuentra alegría al ver partidos con menos estrés. Abraza el aspecto emocional del juego, alejándose de la objetividad que a menudo se requiere en su trabajo. El papel de Nazmiu implica crear un modelo de recomendación de partidos para ayudar a los aficionados a decidir qué juegos merecen su tiempo, combinando conocimientos profesionales con el entusiasmo de un aficionado. El volumen de partidos vistos cada semana varía significativamente entre los profesionales. Por ejemplo, Ali Elfakharany, otro cofundador de StatsBomb, promedia cinco partidos semanales, mientras que Jimmy Enani, un pasante de análisis de rendimiento del primer equipo en el AFC Wimbledon, puede ver hasta 15 partidos, dependiendo de sus compromisos laborales. Sus diferentes roles dictan no solo cuántos partidos ven, sino también el contexto en el que los ven. Mientras ven por trabajo, los profesionales suelen adoptar un enfoque concentrado, evitando distracciones. Por ejemplo, al ver juegos en vivo desde un estadio, Carpenter utiliza auriculares con cancelación de ruido para mantener la concentración en medio del bullicio de la multitud. Esta preparación es crucial; los analistas configuran tecnología para sincronizar los datos de eventos y seguimiento con sus transmisiones de video antes del inicio, asegurándose de poder capturar cada detalle. La lente analítica a través de la cual estos profesionales ven los partidos se afina por sus respectivos roles. Carpenter se enfoca en el rendimiento del equipo, buscando aspectos que se pueden mejorar. En contraste, Enani estudia a los equipos rivales para recopilar ideas de diversas filosofías de entrenamiento. El enfoque de cada analista varía según el partido, con algunos centrándose en elementos tácticos específicos o responsabilidades de los jugadores. Mientras miran, los profesionales a menudo toman notas o recortan videos para un análisis posterior. Abozekry piensa en la calidad de los datos y en situaciones ambiguas que pueden afectar la recolección de datos, mientras que otros, como Nazmiu, disfrutan observando los movimientos individuales de los jugadores para mejorar sus habilidades personales en el campo. Los enfoques variados para ver fútbol revelan una comprensión más profunda del juego que puede enriquecer no solo el conocimiento de los profesionales, sino también el de los aficionados. Carragher anima a los espectadores a reflexionar sobre decisiones tácticas y el cansancio de los jugadores, mientras que Carpenter sugiere centrarse en aspectos específicos del juego para desarrollar una mayor apreciación del mismo. En una era en la que los datos y la analítica dominan la narrativa en torno al fútbol, es esencial recordar que el amor por el juego trasciende las estadísticas. Ver fútbol no se trata solo de entender formaciones o goles esperados; se trata de la conexión emocional y las historias que se desarrollan en el campo. Ya sea a través de la lente de un analista de datos o de un aficionado apasionado, cada experiencia de visualización contribuye al rico tapiz de la cultura futbolística, recordándonos que, de hecho, hay más de una forma de ver el hermoso juego.