Juan Brignardello Vela
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En una actuación que dejó a los aficionados emocionados, el West Ham United aseguró una victoria de 2-0 sobre el Crystal Palace, mostrando un atisbo del potencial que las nuevas incorporaciones pueden aportar al equipo. Entre esos recién llegados, Max Kilman, el defensor de 40 millones de libras adquirido del Wolverhampton Wanderers, destacó no solo por sus capacidades defensivas, sino también por su disposición a aventurarse en territorio ofensivo. Kilman, que fue fundamental en el partido, llamó la atención durante un lapso de cinco minutos en el que asistió al capitán Jarrod Bowen para el segundo gol del West Ham. El defensor central fue nombrado jugador del partido, y su abrazo posterior al encuentro con el director técnico Tim Steidten dijo mucho sobre el impacto que ha tenido desde su llegada al club. “Conseguir un partido sin goles en contra y ganar fuera de casa significa todo”, comentó Kilman, subrayando la importancia del resultado. Esta actuación marcó una desviación del estilo de juego visto la temporada pasada, donde la pareja defensiva de Kurt Zouma y Nayef Aguerd carecía del flair ofensivo que Kilman aporta. La ausencia de Declan Rice, que a menudo realizaba carreras similares antes de su traspaso récord de 105 millones de libras al Arsenal, se sintió con fuerza, pero Kilman parece estar listo para llenar ese vacío. Su contribución ofensiva, que se mezcla sin problemas con una sólida actuación defensiva, sugiere que podría ser un jugador clave en la búsqueda del West Ham por la clasificación europea. El compañero de equipo Tomas Soucek elogió el juego fluido del equipo desde la defensa y, aunque reconoció la necesidad de mejorar—particularmente en minimizar las oportunidades concedidas a los oponentes—el sentimiento general fue de optimismo. "Tenemos muchos jugadores nuevos, y se siente como unirse a un nuevo equipo", señaló Soucek. Su objetivo sigue siendo claro: clasificarse nuevamente para Europa, y con jugadores como Kilman, ese sueño se siente cada vez más alcanzable. La asociación de Kilman con Konstantinos Mavropanos ha mostrado promesas, aunque en papel, una pareja con el talentoso Jean-Clair Todibo podría ser aún más fuerte. El entrenador, Julen Lopetegui, que trabajó previamente con Kilman en los Wolves, está claramente emocionado de tenerlo a bordo, creyendo que puede fortalecer una defensa que luchó la temporada pasada, concediendo 74 goles, la cuarta peor de la liga. Con el West Ham supuestamente abierto a ofertas por Zouma y Aguerd, la aparición de Kilman podría señalar un cambio en la estrategia defensiva del club. El recorrido de Kilman es notable; habiendo jugado futsal para Inglaterra y progresado desde el fútbol no profesional, ahora está buscando un lugar en la selección nacional. “Definitivamente es un gran objetivo para mí jugar para Inglaterra”, expresó, subrayando su ambición de seguir mejorando como jugador. Con seis despejes, tres intercepciones y cinco recuperaciones contra el Crystal Palace, las primeras actuaciones de Kilman sugieren que no solo podría justificar su elevado precio de transferencia, sino también convertirse en un jugador destacado en la Premier League esta temporada. Mientras los aficionados del West Ham celebran una nueva era bajo Lopetegui, la presencia de Kilman es prometedora, brindando esperanza y emoción por lo que está por venir.