Ford Reduce sus Ambiciones en Vehículos Eléctricos, Retrasa Lanzamientos ante Pérdidas de $2.5 Mil Millones.

En un cambio significativo de estrategia, Ford Motor Company ha anunciado una considerable reducción en sus ambiciones de vehículos eléctricos (VE), un movimiento que subraya los desafíos que enfrentan los fabricantes de automóviles tradicionales en el rápidamente evolutivo panorama automotriz. La compañía reveló el miércoles que disminuiría su inversión en vehículos impulsados por baterías y cancelaría los planes para un nuevo vehículo utilitario deportivo eléctrico de tres filas, lo que indica un retroceso respecto a su postura agresiva anterior en el mercado de VE. El fabricante de automóviles ha decidido retrasar el lanzamiento de una nueva camioneta eléctrica grande aproximadamente 18 meses, posponiendo su introducción hasta 2027. En un esfuerzo por recalibrar su enfoque, Ford también está reduciendo su gasto total en vehículos eléctricos, un cambio estratégico diseñado para abordar las pérdidas financieras significativas que se han acumulado en su división de vehículos eléctricos. Los informes indican que el segmento de VE de Ford registró una asombrosa pérdida de $2.5 mil millones en la primera mitad del año antes de contabilizar ciertos gastos. El director financiero de Ford, John Lawler, reconoció el cambiante panorama competitivo durante una conferencia telefónica, enfatizando la necesidad de que los modelos de VE sean rentables. "Eso significa que estos vehículos deben ser rentables, y si no lo son, cambiaremos y ajustaremos y tomaremos esas decisiones difíciles", afirmó, subrayando las presiones que han llevado a la compañía a revisar su estrategia. Como parte de esta transición, Ford ahora asignará aproximadamente el 30 por ciento de su presupuesto de capital a inversiones en vehículos eléctricos, una reducción de su compromiso anterior del 40 por ciento. Este cambio refleja una tendencia más amplia en el mercado, donde la tasa de crecimiento en las ventas de VE ha disminuido notablemente tanto en Estados Unidos como en Europa. Para agravar esta dificultad, muchos fabricantes de automóviles, incluido Tesla, han recurrido a recortes de precios para estimular la demanda. Las aspiraciones anteriores de Ford de producir hasta dos millones de vehículos eléctricos anualmente para 2026 han sido abandonadas, un marcado contraste con su optimismo inicial hace solo unos años. Actualmente, la compañía comercializa tres modelos eléctricos en EE. UU.: la camioneta F-150 Lightning, el SUV Mustang Mach-E y la furgoneta eléctrica Transit. A pesar de la reducción en sus planes de vehículos eléctricos, Ford no está deteniendo sus inversiones por completo. La compañía está avanzando con la construcción de tres plantas de baterías en Kentucky, Tennessee y Michigan. Sin embargo, ha suspendido los planes para una cuarta planta de baterías en Kentucky, lo que refleja el enfoque cauteloso que está adoptando en medio de las fluctuaciones del mercado. De cara al futuro, Ford planea introducir una nueva furgoneta de entrega eléctrica en 2026, con su planta en Tennessee destinada a suministrar paquetes de baterías tanto para esta furgoneta como para la gran camioneta eléctrica que aún está en desarrollo. Esta camioneta se ensamblará en una nueva planta que se está construyendo junto a la instalación de baterías de Tennessee. A medida que Ford navega por este terreno desafiante, queda por ver cómo estas decisiones impactarán su competitividad a largo plazo en el mercado de vehículos eléctricos. La estrategia recalibrada del fabricante de automóviles sirve como un recordatorio de que incluso los gigantes de la industria deben adaptarse a las realidades de un mercado que exige cada vez más rentabilidad junto a la innovación.