La Granja de Caracoles de Liverpool Desata una Investigación por Evasión Fiscal, Autoridades en Alta Alerta.

La Granja de Caracoles de Liverpool Desata una Investigación por Evasión Fiscal, Autoridades en Alta Alerta.

Una granja de caracoles en Liverpool enfrenta un escrutinio por evasión fiscal después de que un tribunal considerara que sus arreglos eran un "engaño", lo que resalta preocupaciones más amplias sobre el cumplimiento fiscal.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 21.08.2024

En un giro inesperado que ha llamado la atención de las autoridades y analistas fiscales por igual, una granja de caracoles que opera desde una oficina en Liverpool ha desatado una investigación sobre posibles prácticas de evasión fiscal. La empresa, vinculada al Sr. Ball y su compañía, Crusader, ha sido objeto de escrutinio tras una decisión del Tribunal Superior en 2021 que determinó que el negocio participaba en un esquema destinado a evitar el pago de tasas comerciales sobre propiedades. Los procedimientos legales revelaron que Crusader tenía un acuerdo con Isle Investments, el propietario del edificio, que incluía una asombrosa concesión: Isle Investments pagaría a Crusader solo el 20% de lo que normalmente se exigiría por las tasas comerciales. Este arreglo levantó una importante bandera roja, lo que llevó al Tribunal de Apelación a ratificar la decisión anterior que consideraba los arrendamientos como "una farsa". Tales designaciones sugieren que los acuerdos de arrendamiento fueron probablemente elaborados con la intención principal de eludir la tributación local en lugar de satisfacer necesidades genuinas del negocio. Las tasas comerciales desempeñan un papel crítico en la financiación de los servicios locales, y los gastos habituales asociados con el edificio en cuestión se estiman en alrededor de £61,000 anuales. No está claro si el arrendamiento de la granja de caracoles abarca toda la propiedad o se limita a una sección específica, lo que complicaría aún más la cuestión. La falta de transparencia en torno al alcance operativo de la granja de caracoles podría alimentar preocupaciones continuas sobre el cumplimiento de las regulaciones fiscales. Si bien la evasión fiscal es legalmente permisible, contrasta marcadamente con la evasión fiscal, que es un delito. Sin embargo, ambas prácticas contribuyen a un déficit estimado de £1.8 mil millones en ingresos fiscales en todo el Reino Unido en 2023, lo que subraya un problema más amplio sobre la efectividad de las leyes fiscales existentes y su aplicación. A pesar de la creciente evidencia que sugiere que la operación de la granja de caracoles puede ser una tapadera para evitar responsabilidades fiscales, los representantes del Sr. Ball han respondido con una defensa centrada en la legitimidad operativa de la granja. Afirman que existen "procedimientos de cuidado regulares y rutinarios" para los caracoles, que supuestamente son "sustituidos cada tres a cuatro semanas". Sin embargo, el Sr. Ball no ha abordado directamente las afirmaciones de que la granja funciona principalmente como un mecanismo de evasión fiscal. En cambio, ha indicado que se han comunicado detalles relevantes sobre su cumplimiento con las regulaciones actuales tanto al consejo local como a la Agencia de Valoración (VOA), aunque con una nota de frustración por la supuesta falta de atención a estas divulgaciones. A medida que avanza la investigación, el caso plantea preguntas significativas sobre la intersección de las prácticas comerciales innovadoras y la conducta financiera ética. Si se determina que la granja de caracoles es principalmente un vehículo para la evasión fiscal, podría llevar a una reevaluación de cómo se monitorean y regulan tales esquemas en todo el Reino Unido. Este escenario sirve como un recordatorio contundente de la batalla continua entre la ingeniosidad empresarial y la imperiosa responsabilidad fiscal en el mantenimiento de la integridad de la financiación del gobierno local.

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