Perú avanza a cuartos en el Mundial Sub 17 de vóley tras vencer a Argentina

En un emocionante encuentro que mantuvo a la afición al borde de sus asientos, la selección de vóley Sub 17 de Perú logró hacerse un lugar entre las ocho mejores selecciones del mundo al vencer a Argentina por 3-2 en el Mundial de la categoría que se lleva a cabo en Lima. Una de las figuras destacadas de este triunfo es Ariana Vásquez, la capitana del equipo, quien a sus apenas 15 años ya muestra una madurez que inspira tanto a sus compañeras como a los aficionados. En una reciente entrevista, Ariana compartió sus expectativas y reflexiones sobre esta experiencia única. Ariana, natural de Iquitos, ha tenido que dejar su hogar y a su familia para concentrarse en su carrera deportiva. A pesar de los desafíos que esto implica, se siente agradecida por la oportunidad de representar a su país en un torneo de tal magnitud. "Estamos en un evento deportivo, una fiesta. Hay que disfrutar, que es algo que el profesor Rizola nos dice: hay que disfrutar el momento que no siempre van a tener esta oportunidad", señala la joven, resaltando la importancia de vivir el presente en el mundo del deporte. La capitana también reflexiona sobre el proceso de formación del equipo. "Desde el Sudamericano del año pasado que nos conocemos, pero para este año han llegado más chicas", explica. Este sentido de camaradería es esencial en un deporte como el vóley, donde la sincronización y la comunicación son fundamentales para el éxito en la cancha. Además, Ariana menciona que el plantel ha mejorado en aspectos técnicos, físicos y tácticos, y destaca la importancia del desarrollo psicológico, especialmente en un grupo de jóvenes atletas. Ariana fue seleccionada como capitana debido a su capacidad de comunicación y su habilidad para mantener la armonía en el equipo. "Si algo no está bien fuera, eso se va a ver reflejado en el campo", comenta. Esta visión integral del liderazgo muestra su compromiso no solo con su desempeño individual, sino con el bienestar y la cohesión del grupo en su totalidad. Con respecto a las expectativas para el Mundial, la capitana enfatiza la necesidad de mantener un enfoque en el "paso a paso". "Nos queremos enfocar en ganar un punto, después ganar otro y así intentar ganar 25 para llevarnos el set", explica. Esta mentalidad refleja un enfoque realista y estratégico, característico de los grandes competidores, que entienden que cada pequeño logro es un paso hacia la victoria final. Ariana también compartió su experiencia de mudarse a Lima para desarrollar su carrera. "Al principio sientes que es como una pijamada con tus primos, pero luego te das cuenta de que no está tu hermano, tu papá, tu mamá", confiesa. Adaptarse a una nueva ciudad y alejarse de su entorno familiar ha sido un reto, pero ha encontrado apoyo en sus tíos, quienes la han recibido y apoyado incondicionalmente en su nueva vida. La niña prodigio del vóley peruano no olvida sus raíces. Recuerda con cariño cómo era su vida en Iquitos, donde el acceso a sus amigos y a las actividades sociales era sencillo. "Todo es cerca, el club donde van mis amigos, las casas", dice. Sin embargo, reconoce que en Lima las distancias son mayores y que ha tenido que aprender a equilibrar su vida deportiva con sus estudios y su vida social. En cuanto a su futuro, Ariana se muestra cautelosa. "Prefiero ir paso a paso y ver qué viene para el futuro. Obviamente me gustaría, pero veremos qué es lo que sigue", menciona, lo que denota una madurez inusual para su edad y un entendimiento de que el camino en el deporte puede ser incierto y lleno de sorpresas. A medida que avanza el Mundial, el equipo peruano, liderado por Ariana, se enfrenta a un camino lleno de desafíos. Sin embargo, con una mentalidad enfocada en el trabajo en equipo y el disfrute del juego, están preparados para dejar todo en la cancha. La historia de Ariana y su selección es un reflejo del potencial que tiene el deporte joven en Perú, y su camino apenas comienza. Con cada partido, las chicas muestran que están listas para hacer historia y demostrar que el futuro del vóley peruano está en buenas manos.