Juan Brignardello Vela
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La selección masculina de fútbol de Estados Unidos (USMNT) está a punto de nombrar a Mauricio Pochettino como su próximo director técnico, pero aún quedan varios obstáculos antes de que el acuerdo pueda ser confirmado oficialmente. Pochettino, quien se separó de Chelsea en mayo, ha comprometido verbalmente su aceptación del cargo, aunque los funcionarios de la Federación de Fútbol de Estados Unidos (USSF) aún no han anunciado públicamente el nombramiento. La búsqueda de un nuevo entrenador comenzó tras el despido de Gregg Berhalter el 10 de julio, después de un decepcionante desempeño en la Copa América. La USSF inicialmente se acercó a Jurgen Klopp, quien rechazó la oportunidad, lo que llevó a que Pochettino se convirtiera en el candidato preferido de la organización. Si bien Pochettino está listo para asumir el cargo, las implicaciones financieras de su paquete de indemnización con Chelsea complican las cosas. Tras dejar Chelsea un año después de un contrato de dos años, Pochettino no está legalmente impedido de aceptar el puesto en la USMNT, y no se le debe ninguna compensación financiera ni a él ni a la USSF. Sin embargo, la naturaleza de los salarios de la selección nacional, que suelen ser más bajos que los de los clubes, genera preocupaciones sobre cómo el fútbol estadounidense podrá acomodar financieramente a un entrenador de la estatura de Pochettino. El impresionante currículum de Pochettino incluye etapas en clubes europeos de primer nivel como Tottenham Hotspur y Paris Saint-Germain, lo que significa que su salario esperado superaría al de Berhalter, quien ganó poco más de 1.3 millones de dólares en salario base y bonificaciones el año pasado. En contraste, el reciente nombramiento de Emma Hayes como entrenadora del equipo nacional femenino tuvo un salario cercano a los 2 millones de dólares, lo que resalta las consideraciones financieras involucradas en la contratación de un entrenador de alto perfil. El director deportivo de la USSF, Matt Crocker, ha expresado su compromiso de asegurar al mejor entrenador disponible, indicando que las limitaciones financieras no deberían restringir su búsqueda. Dado que la selección nacional se está preparando para una Copa del Mundo en casa, se entiende que invertir en un entrenador de primer nivel es necesario. Una posibilidad que se está explorando implica colaborar con patrocinadores u otros financiadores para cubrir la diferencia salarial de Pochettino. Arreglos similares se han utilizado en el pasado, como las contribuciones de los clubes de la Major League Soccer de Canadá que facilitaron el nombramiento de Jesse Marsch como entrenador. Sin embargo, las conversaciones con los propietarios de clubes de la MLS en Estados Unidos han mostrado una falta de interés por un modelo financiero similar para la USMNT. En su lugar, el fútbol estadounidense podría seguir un enfoque de financiamiento que capitalice el perfil global de Pochettino, potencialmente empleando acuerdos de patrocinio, similares a los arreglos que respaldaron el traspaso de Lionel Messi a Inter Miami. Se informa que Chelsea está trabajando con Pochettino para explorar estas vías. Otro escenario probable podría implicar que Chelsea cubra la diferencia entre la oferta de la USSF y las posibles ganancias de Pochettino si permaneciera desempleado, reduciendo la carga financiera sobre la selección nacional mientras asegura que Pochettino reciba lo que se le debe. La USSF tiene como objetivo concluir las negociaciones en las próximas 48 horas, a la espera de la ratificación en una reunión de la junta, una formalidad que se espera resolver sin problemas significativos. Este cronograma es crucial ya que la USMNT se prepara para próximos partidos amistosos contra Canadá y Nueva Zelanda el 7 y 10 de septiembre, respectivamente. En un deporte donde las decisiones de los entrenadores pueden afectar significativamente el rendimiento del equipo, la resolución del posible nombramiento de Pochettino es esperada con ansias tanto por los aficionados como por los jugadores. La USSF es consciente de que asegurar a un entrenador de la calidad de Pochettino es un paso necesario para revitalizar la selección nacional y optimizar sus posibilidades de éxito en el escenario mundial.