La mpox activa alarmas globales y la OMS declara emergencia sanitaria internacional

La mpox activa alarmas globales y la OMS declara emergencia sanitaria internacional

La OMS declara emergencia sanitaria internacional por mpox, con más de 17,500 casos y 517 muertes en África. Se requiere coordinación global.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 16.08.2024

La mpox, anteriormente conocida como viruela del mono, ha vuelto a encender las alarmas a nivel mundial, lo que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar una "emergencia sanitaria internacional". Esta decisión se produce en un contexto alarmante, donde una nueva variante del virus ha comenzado a propagarse con rapidez en África, alcanzando recientemente Europa y Pakistán. Hasta la fecha, se han reportado más de 17,500 casos en 12 países africanos, con un preocupante saldo de 517 muertes, siendo la República Democrática del Congo la más afectada con 548 decesos. El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha expresado su preocupación por la posibilidad de una mayor propagación del virus y ha instado a la comunidad internacional a coordinar esfuerzos para abordar la crisis. La declaración de emergencia tiene como objetivo acelerar la investigación y la implementación de nuevas medidas de salud pública, pero también ha suscitado numerosas preguntas sobre la naturaleza y el riesgo de esta enfermedad. La mpox es una enfermedad zoonótica, es decir, puede ser transmitida de animales a humanos, y es endémica de ciertas regiones de África. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC), el virus se ha identificado en diversos mamíferos, incluidos roedores y primates. Los síntomas en humanos incluyen fiebre, dolor de garganta, sarpullidos y erupciones cutáneas que pueden aparecer en varias partes del cuerpo, incluyendo áreas sensibles. Aunque generalmente no se considera mortal, el clado 1B del virus, responsable del actual brote, presenta una tasa de letalidad significativa, que puede alcanzar entre el 3% y el 4%. La transmisión de la mpox puede ocurrir tanto de animales a humanos como entre personas. El contacto íntimo, especialmente a través de relaciones sexuales, ha sido identificado como un mecanismo clave en la propagación durante el brote actual. Sin embargo, la OMS aclara que no hay un riesgo diferencial entre personas heterosexuales y homosexuales, y que todos los individuos sexualmente activos son vulnerables si mantienen contacto con personas infectadas. Por lo tanto, se recomienda a los ciudadanos de países con presencia del virus que moderen sus encuentros sociales y sexuales. Los grupos más vulnerables, como personas inmunodeprimidas, mujeres embarazadas y niños, presentan un riesgo mayor de sufrir complicaciones severas en caso de contagio. A pesar de estos riesgos, la OMS ha indicado que no es necesario implementar una campaña masiva de vacunación como la que se utilizó durante la pandemia de COVID-19. En cambio, se sugiere que las vacunas se destinen principalmente a personas que han estado en contacto cercano con infectados. El fármaco tecovirimat, que ha sido aprobado para su uso en casos graves de mpox, se encuentra disponible en contextos controlados. Además, varias vacunas históricamente utilizadas para combatir la viruela también están siendo empleadas contra la mpox, aunque la disponibilidad es limitada. Expertos en salud pública han señalado que la falta de reservas suficientes de estas vacunas es un obstáculo significativo para un control efectivo de la enfermedad. Las reservas de vacunas han disminuido drásticamente desde la erradicación de la viruela hace más de 40 años, y actualmente se estima que se necesitarían al menos 10 millones de dosis para afrontar la crisis de mpox. La OMS posee aproximadamente 2.6 millones de dosis, una cifra que resulta insuficiente ante el brote actual. La situación se complica aún más, ya que países europeos han comenzado a recomendar la vacunación para aquellos que planean viajar a África, lo que podría comprometer aún más la disponibilidad de vacunas para combatir el brote. La OMS ha admitido que no hay claridad sobre cuánto tiempo dura la inmunidad tras una infección por mpox, y ha advertido sobre la posibilidad de reinfecciones. Ante esta incertidumbre, se insta a los ciudadanos a tomar precauciones para evitar nuevos contagios. La situación es crítica y la comunidad internacional enfrenta el reto de contener un virus que, aunque no siempre resulta letal, puede tener consecuencias devastadoras, especialmente en poblaciones vulnerables. La declaratoria de emergencia por parte de la OMS no solo pone de relieve la gravedad del brote actual, sino que también subraya la necesidad de una respuesta global coordinada y la inversión en recursos de salud pública. Con el paso del tiempo, se hace evidente que el control efectivo de la mpox requerirá un enfoque multifacético, que abarque desde la vigilancia epidemiológica hasta la educación pública sobre prevención y tratamiento. Sin duda, esta es una crisis que merece toda nuestra atención y acción colectiva.

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