Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que comienza la temporada de fútbol, Alan Shearer, el legendario exdelantero y entrenador del Newcastle United, se encuentra navegando por un viaje profundamente personal. Este año marca su primera temporada sin su padre, una pérdida que ha dejado un vacío inconfundible en su vida. Shearer reflexiona sobre la profunda influencia que su padre tuvo en su carrera, sus valores y, en última instancia, en el hombre en que se ha convertido. En un emotivo homenaje, Shearer relata los recuerdos atesorados de su infancia en Gosforth, a un tiro de piedra de St James’ Park, donde su padre, también llamado Alan, encendió su pasión por el fútbol. Su patio trasero se convirtió en un campo improvisado, donde pasaban las tardes pateando una pelota, un ritual simple que sembraría las semillas de su futuro éxito. Su padre, un dedicado trabajador de chapa, equilibraba las demandas de su trabajo con un apoyo inquebrantable hacia su hijo, llevándolo a las sesiones de entrenamiento y a los partidos, inculcándole un sentido de responsabilidad y dedicación que Shearer lleva consigo hasta el día de hoy. Sin embargo, el vínculo entre padre e hijo trascendió el campo de fútbol. Las reminiscencias de Shearer pintan un vívido retrato de una familia arraigada en el amor y el trabajo duro. Con su madre, Anne, trabajando junto a su padre, inculcaron valores de perseverancia y humildad, asegurándose de que sus hijos nunca carecieran de nada. A pesar de las limitaciones financieras, lograron apoyar las aspiraciones de Shearer, enseñándole la importancia del sacrificio y la alegría de retribuir. No obstante, en medio de los recuerdos entrañables, hay un palpable sentido de duelo. Shearer recuerda el doloroso período en que vio a su padre luchar contra el cáncer. El cambio de roles entre cuidador y las desgarradoras momentos de claridad en sus últimos días juntos revelan la profundidad del carácter de su padre, un hombre que enfrentó su mortalidad con la misma fortaleza que ejemplificó a lo largo de su vida. Shearer describe el desgarrador momento en que su padre, decidido a demostrar cómo operar el control remoto, convirtió una situación dolorosa en una última lección de conexión y orgullo. Los detalles conmovedores del fallecimiento de su padre están entrelazados con las reflexiones de Shearer sobre su relación, ilustrando el inmenso impacto que su padre tuvo tanto en su vida personal como profesional. En la antesala de la temporada, mientras suena el familiar tema de Match of the Day, Shearer lucha con la agridulce realidad de la ausencia de su padre. Es un recordatorio no solo del apoyo inquebrantable de su padre, sino también del orgullo silencioso que subrayó su relación, un orgullo a menudo no expresado pero sentido profundamente. A medida que el mundo del fútbol se prepara para otra emocionante temporada, el homenaje de Shearer sirve como un recordatorio de los héroes anónimos detrás de los atletas: los padres, familiares y mentores cuyos sacrificios y amor sientan las bases del éxito. El mensaje conmovedor de Shearer resuena con muchos, instándonos a celebrar a nuestros seres queridos y reconocer los poderosos legados que dejan atrás. Al compartir su historia, Shearer invita a los aficionados y lectores a reflexionar sobre sus propios lazos familiares durante esta temporada deportiva. Su padre puede que ya no esté a su lado, pero las lecciones aprendidas, los recuerdos forjados y el amor compartido continuarán inspirándolo mientras enfrenta los desafíos que vienen. De hecho, el espíritu de su padre vive, no solo en el corazón de Shearer, sino en cada gol celebrado y cada partido disfrutado.