Estados Unidos reafirma su dominio militar en el ranking 2024 de Global Firepower

Estados Unidos reafirma su dominio militar en el ranking 2024 de Global Firepower

El ranking 2024 de Global Firepower reafirma la superioridad militar de EE. UU., mientras Colombia y Brasil crecen en capacidades defensivas.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 15.08.2024

La reciente publicación del ranking 2024 de Global Firepower ha puesto de manifiesto una vez más la superioridad militar de Estados Unidos, que se posiciona como la principal potencia en el ámbito aéreo, superando a naciones como China y Rusia. Este informe, que se publica anualmente, evalúa las capacidades militares de más de 100 países, y destaca el poderío aéreo estadounidense por décimoctavo año consecutivo. En un mundo donde la seguridad y la defensa son temas de creciente preocupación, este reconocimiento resalta la importancia de las fuerzas armadas en la protección de la soberanía nacional. Estados Unidos, bajo la presidencia de Joe Biden, cuenta con una fuerza aérea de élite que incluye una impresionante flota compuesta por más de 12,500 aeronaves, abarcando desde aviones de combate hasta helicópteros. Esta diversidad de activos permite a la Fuerza Aérea (USAF) operar tanto en misiones de defensa como de ataque, lo que la convierte en un componente esencial de la estrategia militar de la nación. Además, la capacidad de los portaaviones de la Armada (USN) de llevar la lucha a cualquier rincón del mundo resalta la proyección de poder que posee el país en el ámbito internacional. En términos de cifras, Global Firepower informa que aproximadamente 1,400 aviones de combate están disponibles para operaciones bélicas, respaldados por más de 9,000 aeronaves y una flota de 455 buques cisterna. Las capacidades de la aviación del Ejército de EE. UU. son igualmente impresionantes, con helicópteros emblemáticos como el AH-64 Apache y el UH-60 Black Hawk, que destacan en los conflictos modernos. Esta combinación de tecnología avanzada y recursos humanos altamente entrenados refuerza la posición de Estados Unidos como líder en el poderío militar global. A pesar de la notable presencia de Estados Unidos en los rankings internacionales, la competencia se intensifica. En América del Sur, Colombia ha emergido como un actor relevante, ocupando el puesto 12 en el ranking de Global Firepower en términos de buques de guerra y submarinos. Con una flota naval que incluye aproximadamente 237 activos, la Armada colombiana se destaca entre sus vecinos, como Brasil y Perú, mostrando que hay un crecimiento y desarrollo en las capacidades militares de la región. Este ascenso de Colombia es significativo, especialmente considerando que la nación sudamericana no cuenta con el mismo nivel de recursos que potencias militares como Estados Unidos. Sin embargo, su enfoque en modernizar su flota y mejorar su capacidad de defensa subraya un cambio en la dinámica de poder en el continente. La Armada colombiana, bajo el mando del Vicealmirante Juan Rozo Obregón, ha demostrado que, a pesar de las limitaciones, se pueden desarrollar estrategias efectivas para fortalecer la defensa nacional. Mientras tanto, Brasil también se posiciona como un competidor en el ámbito militar, ubicándose en el puesto 12 como potencia militar y destacándose por su capacidad submarina. Con un puntaje de 0,1944 en la clasificación de GFP, Brasil cuenta con un arsenal que incluye submarinos, fragatas y buques de patrullaje. Esta capacidad marítima no solo contribuye a la defensa nacional, sino que también potencia su influencia en el contexto regional. La situación es diferente en países que han optado por no tener fuerzas armadas convencionales, como Costa Rica y Panamá. Estos países han desarrollado estrategias alternativas para abordar las necesidades de defensa, demostrando que la seguridad no siempre requiere un ejército tradicional. Sin embargo, este modelo plantea preguntas sobre la efectividad de las políticas de defensa y la protección de la soberanía en situaciones de crisis. En un mundo donde las amenazas a la seguridad son cada vez más complejas y variadas, la existencia de un Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas es vista como un elemento vital para cualquier nación democrática. Este tipo de estructura no solo facilita la coordinación y la efectividad en la defensa, sino que también desempeña un papel crucial en las relaciones internacionales, actuando como un disuasivo frente a posibles agresiones externas. Las clasificaciones como la de Global Firepower no solo revelan el estado actual de las fuerzas armadas de los países, sino que también son un reflejo de las dinámicas geopolíticas en constante cambio. A medida que las naciones buscan mejorar su capacidad de defensa y adaptarse a nuevas amenazas, el interés en la inversión en tecnología militar y en la formación de las tropas se vuelve cada vez más relevante. En conclusión, la superioridad de Estados Unidos en el ámbito militar sigue siendo innegable, pero el crecimiento de otras naciones, especialmente en América del Sur, indica que el panorama geopolítico está en constante evolución. La próxima década podría ver un cambio en las dinámicas de poder, donde la colaboración, la innovación y la adaptabilidad se conviertan en factores determinantes para la seguridad global.

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