Enfrentamiento de Gaviotas Veraniegas: Los Negocios se Preparan para Ataques de Gaviotas en Medio del Dilema de Comer en Cafés

En las últimas semanas, residentes y visitantes en Jersey y Guernsey se han visto navegando una relación cada vez más desafiante con las gaviotas locales, particularmente en las áreas de cafés populares. Con la llegada de la temporada de verano, los hábitos de saqueo de estas aves han generado una serie de preocupaciones tanto por parte de los negocios como de la comunidad. El personal de varios establecimientos, incluyendo el Café La Frégate en St Helier, ha tomado medidas proactivas para advertir a los clientes sobre las astutas y a menudo agresivas travesuras de las gaviotas, siendo la más notable una a la que se le ha apodado con picardía 'Steve la gaviota'. Con el café colocando señales de advertencia cerca de la caja, muchos comensales han informado sentirse "nerviosos" y "asustados" por la posibilidad de ser atacados mientras disfrutan de sus comidas. La presencia de estas aves ha cambiado la atmósfera de una experiencia de café relajada a una de vigilancia, mientras los comensales mantienen un ojo atento a su alrededor. Diana Troy, la arrendataria del Café La Frégate, explicó los desafíos que enfrentan los negocios durante este tiempo, enfatizando la importancia de no alimentar a las aves salvajes, una práctica que podría resultar en multas de hasta £1,000 en Jersey. Aunque reconoce que la introducción de tales multas en 2019 sirve como un "buen disuasivo", la realidad sigue siendo que la aplicación de la ley es un tema complejo. “Tenemos avisos por todas partes diciendo que por favor no dejen sus cosas afuera sin supervisión, especialmente comida, pero estos días simplemente se lanzan en picado de todos modos,” comentó, reflejando las frustraciones de quienes intentan mantener un ambiente acogedor para los clientes. El problema de las gaviotas saqueadoras se agrava durante la temporada de anidación de verano, cuando las colonias están particularmente activas en su búsqueda de alimento para alimentar a sus polluelos. La Parroquia de St Saviours también ha tomado medidas para abordar la situación, instando a los residentes a deshacerse de la basura de manera responsable para evitar atraer a estas aves. “El ruido de estas aves suele ser una molestia en las áreas residenciales, y alimentarlas o dejar bolsas de basura fácilmente accesibles solo amplifica esto,” declaró la parroquia, indicando las implicaciones más amplias de este problema. Sumando a la complejidad, los conservacionistas en Gran Bretaña han señalado la disminución de hábitats naturales como una fuerza impulsora detrás de la migración urbana de las poblaciones de gaviotas. Este cambio no solo afecta la relación entre humanos y gaviotas, sino que también plantea preocupaciones sobre los riesgos para la salud asociados con los excrementos de gaviota, que pueden albergar enfermedades. Si bien las gaviotas son una especie protegida tanto en Jersey como en Guernsey—donde perturbar a las gaviotas en reproducción o sus nidos es un delito—el desafío ahora radica en encontrar un equilibrio entre la coexistencia y la comodidad de los residentes y visitantes de la isla. A medida que avanza el verano, queda por ver cómo se adaptarán las comunidades locales a la presencia de estos saqueadores y si se tomarán medidas para mitigar su impacto. Por ahora, las advertencias son un recordatorio de la delicada interacción entre la naturaleza y la vida urbana.