Perú avanza en su economía: reducciones de costos y nuevos proyectos portuarios

El día de hoy, 12 de agosto, se presentan importantes hitos en el ámbito económico en Perú, reflejados a través de varias noticias relevantes que datan de diferentes años. Estas informaciones no solo destacaron en su momento, sino que también ofrecen un panorama sobre la evolución y los desafíos del sector productivo y financiero del país. Comenzando con la situación actual de 2023, se destaca la significativa reducción de costos en el pago por servicios portuarios. Según la Autoridad Reguladora del Transporte de Usuarios de Servicios de Transporte (Ositran), la reducción se traduce en un ahorro de aproximadamente US$ 220 por contenedor. Esta medida es parte de un esfuerzo por mejorar la competitividad del país en el comercio internacional, considerando que el tráfico de naves se espera que incremente en un 70%. La proyección de movilización de contenedores anuales asciende a un impresionante total de 750 mil, lo que denota un crecimiento en la actividad comercial. Asimismo, la construcción del terminal de contenedores del Muelle Sur avanza a pasos firmes. La primera etapa de estas obras culminará en abril de 2024, y se espera que el nuevo terminal tenga la capacidad de atender a dos naves simultáneamente. Con un avance del 46% en el proyecto, se anticipa que esta infraestructura no solo mejorará la eficiencia en la logística de contenedores, sino que también abrirá nuevas oportunidades para el comercio exterior del país. En un giro hacia el pasado, se recuerda que hace diez años, el 12 de agosto de 2014, se anunció la reducción a la mitad de los productos que pagan el Impuesto General a las Ventas (IGV) adelantado. Esta decisión, tomada por la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), afectaría a 5 mil medianos contribuyentes que, desde octubre de ese año, contarían con sectoristas dedicados a su seguimiento. La medida se enmarcaba en un contexto donde la minería, antes gran generadora de ingresos tributarios, había visto disminuir su contribución del 20% al 6%, lo que evidenciaba un cambio significativo en la estructura económica del país. Cinco años después, el 12 de agosto de 2019, el panorama del sistema financiero se tornaba más cauteloso. Credicorp, uno de los grandes grupos financieros del país, advirtió sobre el deterioro en la cartera de colocaciones, especialmente en el rubro de tarjetas de crédito y financiamiento a pequeñas y medianas empresas (pymes). Este ajuste en los criterios de otorgamiento de créditos marcaba un momento de reflexión en la banca respecto a los riesgos del mercado, pero también dejaba entrever la posibilidad de un dinamismo en el sector de las pymes, crucial para la economía peruana. La advertencia de Credicorp sobre la necesidad de ajustar las cobranzas subrayaba la incertidumbre económica que enfrentaban tanto los prestatarios como las instituciones financieras. Sin embargo, la disponibilidad de US$ 500 millones para adquisiciones por parte de Credicorp mostraba que, a pesar de los desafíos, existían oportunidades para la expansión y el fortalecimiento del sector. Estas tres etapas, aunque separadas por varios años, reflejan la adaptabilidad y la evolución del sistema económico en Perú. Desde innovaciones en la logística portuaria hasta cambios en las políticas tributarias y ajustes en las estrategias de crédito, cada una de estas decisiones tiene un impacto significativo en el desarrollo del país. A medida que el Perú avanza hacia el futuro, es esencial que se mantenga un enfoque en la sostenibilidad y la competitividad. La combinación de infraestructura adecuada, un marco tributario que fomente el desarrollo y un sistema financiero sólido será clave para que el país siga creciendo en un entorno global cada vez más competitivo. En conclusión, al mirar hacia atrás y hacia adelante, es evidente que el desarrollo económico del Perú está en constante transformación. Las decisiones que se toman hoy no solo determinan el presente, sino que también sientan las bases para el futuro económico del país. La historia de cambios y adaptaciones en el sistema productivo y financiero peruano es, sin duda, un testimonio de la resiliencia y la capacidad de innovación de su gente.