Cuenta regresiva para LA28: Cómo Los Ángeles planea redefinir la experiencia olímpica.

A medida que se acercan las ceremonias de clausura de los Juegos Olímpicos de París, la anticipación por los próximos Juegos de Verano en Los Ángeles es palpable. Casey Wasserman, presidente de LA28, describió acertadamente esta transición, afirmando que tan pronto como la bandera sea devuelta a Estados Unidos el 12 de agosto, el comité organizador pasará del “círculo de espera a la caja de bateo”. Con algo menos de cuatro años para prepararse, Wasserman y su equipo son muy conscientes de que el reloj ya está corriendo. Wasserman pasó recientemente tres semanas en París, siendo testigo de primera mano de cómo los organizadores franceses lograron crear unos Juegos Olímpicos del pueblo que se integraron sin problemas en el tejido de la ciudad. El uso de sedes temporales en lugares icónicos—desde patinadores haciendo trucos en la Plaza de la Concordia hasta partidos de voleibol con la Torre Eiffel de fondo—ha establecido un alto estándar para Los Ángeles. París no solo ha revitalizado el entusiasmo público por los Juegos, sino que también ha trazado un plan para futuros anfitriones, demostrando que un enfoque creativo puede transformar espectáculos olímpicos tradicionales en experiencias que resuenan con la cultura local. Sin embargo, mientras París deslumbraba a los espectadores con su gran visión, Wasserman se centra en la logística que sustentará el enfoque de Los Ángeles. Sus reflexiones sobre cercas de eslabones de cadena y señalización reflejan una profunda comprensión de que la eficiencia operativa es crucial para unos Juegos exitosos. A diferencia de París, que construyó muchas de sus sedes desde cero, LA28 planea utilizar estadios existentes, lo que debería simplificar muchos de los desafíos logísticos enfrentados por los organizadores de París. Wasserman también es muy consciente de los notorios problemas de tráfico de la ciudad y está explorando estrategias innovadoras para gestionar el transporte para la afluencia de atletas y aficionados. Basándose en experiencias pasadas, busca implementar soluciones como entregas nocturnas y promover el trabajo remoto en áreas cercanas a las sedes para mitigar la congestión, asegurando que los desplazamientos se mantengan fluidos durante los Juegos. Una de las perspectivas más emocionantes para LA28 es la oportunidad de involucrar a una generación más joven de aficionados al deporte, particularmente en una ciudad conocida por su industria del entretenimiento. Los Juegos servirán como una plataforma para introducir nuevos deportes como el cricket, el lacrosse y el squash a las audiencias estadounidenses, al tiempo que se muestra el rico tapiz de atletas que representan a EE. UU. hoy en día. Sarah Hirshland, CEO del Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos, enfatizó cómo este crisol de culturas puede dar lugar a unos Juegos Olímpicos únicos e inclusivos que celebran la diversidad en un escenario global. El enfoque operativo de Wasserman también se extiende a la experiencia de los propios atletas. Con Janet Evans, una medallista de oro en dos ocasiones, ahora sirviendo como directora principal de atletas, el equipo está recopilando diligentemente información de los competidores sobre sus necesidades y preferencias. Este enfoque proactivo busca evitar los errores vistos en Juegos anteriores, como las provisiones inadecuadas para los atletas, asegurando que cada competidor se sienta valorado y apoyado. Además, no se puede subestimar la emoción de albergar los Juegos en una ciudad llena de rica herencia deportiva. La última vez que EE. UU. organizó los Juegos Olímpicos de Verano fue en 1996, y desde entonces, el paisaje demográfico ha evolucionado significativamente. El equipo de LA28 reconoce este cambio y busca cultivar unos Juegos que resuenen tanto con las audiencias locales como internacionales, fomentando un sentido de orgullo y unidad. A medida que los Juegos de París concluyen, Wasserman está atento a las lecciones aprendidas de los eventos de este verano. Las estrategias de venta de entradas empleadas por los organizadores de París, que aprovecharon un sentido de escasez para generar emoción, son particularmente notables. Wasserman planea adoptar tácticas similares para asegurar que Los Ángeles no solo llene sus sedes, sino que también cree un ambiente de entusiasmo que atraiga a espectadores de todo el mundo. En los próximos años, a medida que el equipo de LA28 continúe preparándose, el enfoque seguirá siendo tanto la gran visión para los Juegos como los detalles operativos que garantizarán su éxito. Con una enorme población local y un vibrante sector turístico, el potencial para una celebración monumental del deporte está por delante. Wasserman lo resume de manera sucinta: “A los estadounidenses les gusta ganar”, y si la reciente historia de los atletas estadounidenses en competencias internacionales es algún indicio, los Juegos de Los Ángeles prometen ser un escenario tanto para la excelencia deportiva como para el orgullo comunitario. Mientras el mundo observa los últimos momentos de los Juegos de París, todas las miradas pronto se dirigirán a Los Ángeles, donde los sueños serán perseguidos, los atletas brillarán y el espíritu olímpico renacerá en la costa oeste. Con algo menos de cuatro años por delante, comienza la cuenta regresiva para el próximo capítulo de la historia olímpica.