Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una revelación conmovedora tras la reciente victoria de los San Diego Padres sobre los Miami Marlins, el infielder Luis Arraez reveló que está lidiando con un ligamento roto en su pulgar izquierdo. El campeón de bateo en dos ocasiones, quien jugó contra su antiguo equipo en su viejo terreno en LoanDepot Park, compartió sus dificultades con la lesión en una entrevista realizada en español. "Tengo un ligamento roto, pero eso no me impide jugar," expresó Arraez, enfatizando su inquebrantable pasión por el juego. "Sabes el amor que tengo por el béisbol y por mi trabajo. Ha sido difícil jugar así, especialmente al batear." La lesión de Arraez se remonta al 25 de junio, cuando se golpeó el pulgar al deslizarse hacia la tercera base. Aunque se perdió un juego, ha sido una presencia constante en el campo, comenzando 28 de los últimos 31 partidos. Notablemente, 10 de esas apariciones fueron como bateador designado. A pesar de la lesión, ha mantenido un promedio de bateo de .280 durante este período, exhibiendo una tasa de pelotas elevadas que se desvía de su habitual inclinación por los hits de línea. En la última victoria de los Padres —un esfuerzo de remontada en el que triunfaron 6-2—, Arraez contribuyó con un hit clave en la décima entrada. Si bien la lesión ha impactado claramente su rendimiento, Arraez ha sido consciente de la gravedad de su condición durante varias semanas. Después de consultar a un médico durante el descanso del Juego de Estrellas, se le autorizó a continuar jugando sin necesidad de una cirugía inmediata, aunque podría enfrentar un procedimiento en la temporada baja. Actualmente, Arraez cuenta con un promedio de bateo de .302, colocándose junto a Shohei Ohtani de los Los Angeles Dodgers en la parte superior de la clasificación de la Liga Nacional. Desde su traspaso a los Padres en mayo, ha sido un componente crucial de la ofensiva del equipo, ayudando a llevarlos a la vanguardia de la carrera por el comodín de la Liga Nacional. Su resiliencia y compromiso con el juego no han pasado desapercibidos, especialmente mientras maneja el desgaste físico de su lesión mientras contribuye al éxito del equipo. La atmósfera durante el juego era eléctrica mientras Arraez regresaba a un terreno familiar. El nativo de Miami se iluminó al hablar de su regreso, admitiendo que estaba tan emocionado la noche anterior que le costó dormir. "Estoy feliz de estar aquí de nuevo," dijo en inglés, reflexionando sobre la significancia emocional de enfrentar a sus antiguos compañeros. "Los extraño mucho, pero entiendo que esto es un negocio. Vengo aquí a disfrutar de este hermoso deporte, disfrutar del béisbol y disfrutar de jugar contra mis amigos." A medida que los Padres continúan su impulso por la contienda de postemporada, la determinación de Arraez de jugar a pesar del dolor sirve como un testimonio de su amor por el juego y del espíritu competitivo que define las Grandes Ligas de Béisbol. Con cada swing y cada juego, no solo lucha contra sus propias lesiones, sino que también inspira a sus compañeros de equipo y a los aficionados, encarnando la esencia de la resiliencia en el deporte.