Ataques aéreos en Gaza causan más de 30 muertos y agravan crisis humanitaria

Al menos 30 personas han perdido la vida y decenas más han resultado heridas en una serie de ataques aéreos llevados a cabo por Israel contra dos escuelas en la Ciudad de Gaza, según informes de la Defensa Civil del enclave palestino. Los ataques se produjeron en medio de un conflicto que ha dejado miles de desplazados y una devastadora crisis humanitaria. Las víctimas, en su mayoría civiles, se encontraban en los centros educativos que habían sido utilizados como refugios por aquellos que huyeron de la violencia en otras partes de Gaza. Las autoridades de Hamás, que controla el enclave, han declarado que estos ataques son parte de una "guerra genocida" que ha resultado en la muerte de más de 1.040 personas en ataques contra escuelas desde el inicio de este conflicto. De acuerdo con la Media Luna Roja Palestina, sus equipos de rescate han estado trabajando incansablemente para recuperar cuerpos entre los escombros, un proceso que se complica cada vez más debido al caos y la destrucción. Un video publicado en redes sociales muestra a los rescatistas trasladando a varios niños gravemente heridos, lo que subraya la tragedia que se ha desatado en la región. Por su parte, las Fuerzas Armadas israelíes han justificado los ataques argumentando que las escuelas atacadas, la Hasán Salame y la Naser, eran utilizadas como "centros de mando" por milicianos de Hamás. Según el Ejército israelí, los ataques se llevaron a cabo tras el cumplimiento de medidas de precaución diseñadas para minimizar el daño a civiles. Sin embargo, la realidad en el terreno refleja una narrativa diferente que ha sido criticada por organizaciones humanitarias. En un contexto de creciente tensión, el número de afectados por la guerra ha alcanzado cifras alarmantes. Desde el inicio de los enfrentamientos, más de 39.538 personas han muerto y más de 91.000 han resultado heridas en Gaza, un territorio que ya enfrentaba múltiples desafíos humanitarios. El Ministerio de Sanidad de Gaza, que está bajo el control de Hamás, ha expresado su preocupación ante la escalada de violencia y la incapacidad de acceder a servicios médicos. La situación humanitaria ha adquirido tintes críticos, con el 90% de la población desplazada. Muchos de estos desplazados se ven obligados a vivir en condiciones deplorables, en tiendas de campaña, sin acceso a agua potable ni electricidad. Las enfermedades están en aumento debido a la falta de atención médica, con clínicas y hospitales cerrados o operando a capacidad mínima. Mientras tanto, la violencia continúa en otras áreas. Un ataque separado en la ciudad de Holon, al sur de Tel Aviv, resultó en la muerte de dos ancianos y dejó a otros dos heridos, en un claro reflejo de cómo el conflicto se ha intensificado en diferentes frentes. Estos eventos resaltan la complejidad del conflicto y el sufrimiento que se extiende a ambas partes. Con el asesinato del líder de Hamás en un ataque reciente, se ha reavivado el ciclo de violencia y represalias. Las autoridades israelíes han declarado que los ataques seguirán en respuesta a las acciones del grupo islamista, mientras que Hamás ha prometido venganza, lo que plantea un futuro incierto para la región. Los llamados a un alto el fuego y a la protección de los civiles por parte de organizaciones internacionales y gobiernos han encontrado escasa respuesta. A medida que se intensifica el conflicto, la comunidad internacional observa con creciente preocupación, temiendo que la crisis humanitaria en Gaza se convierta en un desastre aún mayor. En medio de este caos, el sufrimiento humano parece ser la constante más dolorosa. Las historias de familias desgarradas, niños huérfanos y comunidades enteras en ruinas son cada vez más comunes, mientras los esfuerzos por alcanzar una paz duradera parecen lejanos. La lucha por la supervivencia en Gaza continúa, y con ella, la necesidad imperiosa de poner fin a la violencia que ha marcado esta región durante décadas.