La boxeadora argelina Imane Khelif triunfa en medio de la controversia y asegura un lugar para la medalla olímpica.

La boxeadora argelina Imane Khelif triunfa en medio de la controversia y asegura un lugar para la medalla olímpica.

La boxeadora argelina Imane Khelif gana su combate de cuartos de final en boxeo femenino, asegurando una medalla olímpica en medio de una intensa atención mediática.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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Mundo 03.08.2024

En un giro dramático de los acontecimientos en la Arena del Norte de París, la boxeadora argelina Imane Khelif ha salido victoriosa en su combate de cuartos de final, asegurando su lugar en el podio olímpico en medio de una frenética atención mediática y un significativo interés público. Tras una semana de intenso escrutinio sobre su participación en la competición de boxeo femenino, Khelif se enfrentó a la húngara Anna Luca Hamori y ganó de manera decisiva, con los jueces otorgándole una decisión unánime después de tres asaltos en la categoría de 66 kilogramos (145 libras). La victoria de Khelif no solo le garantiza una medalla en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024, sino que también se produce tras un turbulento período previo a su pelea, marcado por la controversia sobre su elegibilidad. A pesar del caos y la especulación que la rodeaban, la actuación de Khelif fue encomiable, ya que controló el combate de principio a fin. Su respuesta emocional tras la victoria fue palpable; se arrodilló en señal de gratitud, abrazó a sus entrenadores y celebró con sus seguidores, demostrando la inmensa presión que había soportado. Sin embargo, la atmósfera después de la pelea se volvió caótica, ya que los reporteros abarrotaron el área de entrevistas, ansiosos por captar la reacción de Khelif. La atleta, visiblemente abrumada, pudo compartir su orgullo por representar a Argelia, pero solo logró hacer unas pocas declaraciones antes de ser llevada rápidamente por su equipo. "Estoy orgullosa de esta victoria, especialmente por mi país Argelia aquí en París", declaró a beIN Sports, enfatizando sus años de preparación para este momento. El viaje emocional de Khelif se vio complicado por el contexto de su combate anterior contra la italiana Angela Carini, que había terminado de manera controvertida con Carini abandonando después de solo 46 segundos debido a una lluvia de golpes de Khelif. Los comentarios posteriores de Carini sobre la intensidad de ese combate solo intensificaron las discusiones en las redes sociales sobre el lugar de Khelif en el deporte femenino. El Comité Olímpico Internacional se ha mantenido firme en su apoyo a Khelif, reforzando que ella siempre ha competido en divisiones femeninas y que su documentación confirma su identidad como atleta femenina. Tras el combate, Hamori expresó su orgullo por su actuación, deseando lo mejor a sus oponentes, pero restando importancia a la controversia que rodeaba a Khelif. La boxeadora húngara, ferozmente enfocada en su propia carrera, declaró que no se sentía intimidada por las narrativas mediáticas, afirmando: "Solo quiero mantenerme concentrada en mí misma". La calma de Hamori contrastó notablemente con el alboroto que rodeaba la pelea, mostrando las diferentes maneras en que los atletas manejan la presión. Las reacciones a la victoria de Khelif no se limitaron a las atletas involucradas. Balázs Fürjes, miembro del Comité Olímpico Internacional de Hungría, reafirmó su creencia en la competencia justa, señalando que ambas atletas estaban preparadas para pelear independientemente de las presiones externas. A pesar de los planes de protestas por parte de la Asociación Húngara de Boxeo en relación con el enfrentamiento, la determinación de Khelif brilló, silenciando a los críticos, al menos por el momento. El apoyo local inundó la arena cuando Khelif entró, los vítores de sus compatriotas argelinos resonando en todo el recinto. El camino hacia su semifinal, programada para el martes, ahora está plagado de expectativas y escrutinio. El viaje de Khelif refleja una compleja intersección de deporte, identidad y el ojo público, mientras continúa navegando por los desafíos y triunfos de representar a su país en el escenario mundial. A medida que crece el entusiasmo en torno al futuro de Khelif, una cosa queda clara: su resiliencia tanto dentro como fuera del ring será observada de cerca mientras continúa su búsqueda olímpica. Con un récord de 39 victorias y nueve derrotas, Khelif no solo lucha por sí misma, sino también por una narrativa de perseverancia y orgullo que resuena más allá del cuadrilátero.

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