Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El período de declaración de impuestos en México es un momento crucial para las personas físicas, especialmente cuando se trata de maximizar las deducciones permitidas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Con el inicio del 2024 a la vuelta de la esquina, es fundamental que los contribuyentes comprendan cómo hacer que el SAT no rechace sus deducciones escolares, específicamente por el pago de colegiaturas y transporte escolar obligatorio, dos de los principales gastos que pueden restar impuestos a la carga fiscal. Las colegiaturas son un aspecto clave en las deducciones fiscales y abarcan desde el nivel preescolar hasta el bachillerato. Sin embargo, no todas las colegiaturas son iguales; existe un tope que se aplica anualmente a cada nivel educativo, de acuerdo con el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación en 2011. Por ejemplo, los contribuyentes pueden deducir hasta 14,200 pesos por colegiaturas de preescolar, 12,900 pesos para primaria, y 24,500 pesos para bachillerato. Es esencial que los padres estén al tanto de estos límites para maximizar el beneficio fiscal. Uno de los errores comunes al tratar de deducir gastos escolares es confundir los costos de inscripción, materiales o uniformes con las colegiaturas. Según Virginia Ríos Hernández, integrante de la comisión técnica de investigación fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, es crucial que las escuelas emitan facturas separadas para las colegiaturas. Solo estos gastos son deducibles, y el uso de comprobantes correctos es necesario para evitar problemas con el SAT. Adicionalmente, los contribuyentes tienen la opción de deducir las colegiaturas de sus cónyuges, padres o hijos, siempre que se cumplan ciertas condiciones. Sin embargo, si alguno de los beneficiarios recibe becas o apoyos económicos públicos para educación, el monto de dichas ayudas no podrá ser deducido. Esta regla busca evitar la doble deducción y mantener la equidad en el sistema tributario. Uno de los aspectos menos conocidos es que para que estas deducciones sean aceptadas, deben realizarse mediante métodos de pago que dejen un rastro claro, como cheques o transferencias electrónicas. Los pagos en efectivo son un motivo común de rechazo por parte del SAT. Por tanto, es aconsejable que los padres mantengan un control riguroso sobre cómo y cuándo realizan estos pagos. El ciclo escolar también influye en la declaración. Cuando un estudiante avanza a un nuevo nivel educativo, los padres pueden optar por deducir el costo de la colegiatura del nivel anterior, independientemente de cuántos meses se haya cursado. Esto significa que, si un niño pasa de preescolar a primaria, se puede optar por deducir el monto correspondiente a la colegiatura de preescolar, lo que ofrece un respiro fiscal adicional. Por otra parte, el transporte escolar también se puede deducir, pero solo si es un servicio obligatorio por parte de la institución. Al igual que con las colegiaturas, es importante realizar el pago de manera formal y documentada, y el reglamento de la escuela puede servir como comprobante en caso de que el SAT requiera aclaraciones. Es relevante mencionar que, aunque el transporte escolar es deducible, está sujeto a un límite que forma parte del total de deducciones personales, el cual no puede exceder el equivalente a cinco Unidades de Medida y Actualización (UMA) anuales. Para el 2024, este límite se traduce en aproximadamente 198,032 pesos, o el 15% del total de los ingresos del contribuyente, lo que resulte menor. Además, es importante recalcar que las colegiaturas no forman parte de este límite, lo que significa que si los contribuyentes han realizado pagos significativos por este concepto, pueden beneficiarse de deducciones adicionales sin preocuparse por llegar al tope establecido por la ley. Finalmente, con todos estos detalles en mente, los contribuyentes deben asegurarse de tener toda la documentación necesaria y seguir las pautas establecidas por el SAT para que sus deducciones escolares sean aceptadas sin inconvenientes. La planificación y la organización son clave para evitar sorpresas desagradables en la declaración de impuestos, y así disfrutar de los beneficios fiscales que la ley ofrece.