Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La salida de Amanda Staveley del Newcastle United no solo marca el final de una era para el club, sino también un capítulo profundamente personal en su vida. Después de siete años de esfuerzos incansables, contratiempos y triunfos eventuales, Staveley reflexiona sobre su tumultuosa trayectoria con una emotiva despedida, encapsulando el sentimiento agridulce de dejar un club que ha llegado a considerar parte de su ser. Mientras toma un café en un hotel en el centro de Londres, Staveley comparte el peso de su decisión de vender su participación minoritaria en Newcastle, una elección impulsada por varios factores, incluida su lucha contra la enfermedad de Huntington. "Estoy devastada. Es un club maravilloso," admite, revelando cuán entrelazada se ha vuelto su identidad con el destino del club. Para Staveley, Newcastle no era solo un proyecto empresarial; se convirtió en una pasión que a menudo eclipsó su vida familiar, especialmente la de su hijo, Lexi, quien ha llegado a amar al club tanto como ella. Staveley, quien fue fundamental en una controvertida adquisición liderada por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, reconoce la monumental tarea de llevar al club de vuelta de los límites cuando asumió el mando. Con un enfoque práctico, ella y su esposo, Mehrdad Ghodoussi, asumieron múltiples roles dentro del club, participando en todo, desde decisiones comerciales hasta interacciones con los aficionados, mientras trataban de construir un equipo de gestión cohesivo. A medida que el club comenzó a florecer bajo la dirección del entrenador Eddie Howe, Staveley reconoció la necesidad de un equipo ejecutivo profesional para llevar al Newcastle a su próxima fase, lo que la llevó a decidir dar un paso atrás. Sin embargo, alejarse no es simplemente una cuestión de renunciar al control; también está vinculado a las realidades de su salud. “Tengo una enfermedad degenerativa en Huntington y necesito trabajar,” afirma con franqueza, enfatizando la importancia de mantener una mente activa. Staveley describe cómo su condición puede ser tanto una carga como una fuente de resiliencia, impulsándola a estar constantemente comprometida y desafiada. Reflexionando sobre su tiempo en St James' Park, Staveley comparte un sentido de orgullo por lo que ella y su equipo han logrado. El club ha visto un progreso notable, incluyendo un resurgimiento tanto en rendimiento como en la participación de los aficionados, culminando con un regreso a la Liga de Campeones tras dos décadas de ausencia. Sin embargo, deja claro que su amor por Newcastle y su comunidad nunca ha sido transaccional; está arraigado en un afecto genuino por la pasión y el espíritu de los aficionados. A pesar de su partida, Staveley asegura a los seguidores que el club está en manos capaces. Habla cálidamente de la familia Reuben y del PIF, enfatizando su compromiso con el futuro del club. "Ellos lo valorarán tanto como yo valoro a Newcastle," afirma, confiada en que los cimientos establecidos durante su gestión apoyarán un crecimiento continuo. Su emotiva despedida se extiende más allá del equipo masculino, ya que también se siente orgullosa de los avances logrados con el equipo femenino del Newcastle, que ha apoyado apasionadamente. La integración formal de la estructura femenina en el club, junto con sus recientes logros profesionales, es un testimonio de su visión de inclusión y apoyo a todas las facetas del Newcastle United. Ahora, mientras Staveley dirige su atención hacia nuevos proyectos y oportunidades, incluidas posibles inversiones en el fútbol, se mantiene esperanzada por su futuro. “Me encantaría volver para los partidos. Ahora soy una Geordie,” bromea, insinuando la conexión duradera que ha forjado con el club y sus seguidores. A medida que la conversación llega a su fin, expresa un sincero agradecimiento a los aficionados que la abrazaron a ella y su visión durante su mandato. “Muchas gracias por confiar en nosotros,” dice, un sentimiento final que encapsula el profundo vínculo que formó con la comunidad de Newcastle. El capítulo de Staveley con el Newcastle United puede estar concluyendo, pero su amor perdurable por el club refleja una relación que, sin duda, perdurará tanto en su corazón como en los corazones de los aficionados que deja atrás.