Veteranos en Camp Lejeune exigen responsabilidad al Ministerio de Defensa en medio de una urgente crisis de compensación.

Veteranos militares británicos que sirvieron en Camp Lejeune en Carolina del Norte están expresando una profunda frustración y decepción con el Ministerio de Defensa (MoD) por lo que perciben como una falta de apoyo para acceder a un programa de compensación en EE. UU. para las víctimas de la exposición a agua tóxica. La difícil situación de estos veteranos, muchos de los cuales enfrentan graves problemas de salud como resultado de su exposición a químicos cancerígenos provenientes del suministro de agua contaminada de la base, plantea preguntas urgentes sobre las responsabilidades que el gobierno tiene hacia los miembros del servicio. Desde la década de 1950 hasta la de 1980, cientos de personal militar y civiles del Reino Unido estuvieron destinados en Camp Lejeune, donde ingirieron y estuvieron expuestos sin saberlo a agua altamente contaminada. El entorno tóxico en la base se ha relacionado con diversas formas de cáncer y otras condiciones de salud graves, lo que ha llevado a una lucha continua por justicia y reconocimiento entre los afectados. Con un programa de compensación para las víctimas que cerrará el próximo mes, las familias de veteranos fallecidos han expresado su preocupación por la inacción del MoD. Muchos familiares han contado sus frustraciones tras buscar asistencia, solo para ser recibidos con silencio o apoyo insuficiente. Destacan la urgencia de la situación, subrayando que el tiempo se está agotando para aquellos que desean presentar reclamaciones. El MoD ha declarado públicamente que toma muy en serio la seguridad de su personal; sin embargo, la aparente desconexión entre esta afirmación y las experiencias de los veteranos afectados plantea serias preguntas sobre la responsabilidad y las estructuras de apoyo existentes para los miembros del servicio. Los críticos argumentan que el gobierno debería haber hecho más para informar y ayudar a quienes fueron expuestos a sustancias tóxicas, especialmente dado que muchas personas pueden no ser conscientes de su elegibilidad para la compensación. Las repercusiones del escándalo de Camp Lejeune subrayan la necesidad de un enfoque más proactivo por parte del MoD para abordar las injusticias históricas que enfrentan los veteranos. A medida que se acerca la fecha límite para el programa de compensación, las voces de quienes abogan por un mejor apoyo se están volviendo más fuertes, exigiendo acción inmediata y transparencia por parte del gobierno. A medida que la situación se desarrolla, los sentimientos de los veteranos y sus familias siguen siendo claros: buscan el reconocimiento de su sufrimiento, así como asistencia tangible para acceder al apoyo que merecen. La responsabilidad de garantizar que aquellos que sirvieron a su país reciban la atención y la compensación necesarias para afrontar las secuelas de su servicio recae directamente en el Ministerio de Defensa, y el momento de actuar es ahora.