Una Década de Dedicación: Ben Davies Reflexiona sobre Su Trayectoria con el Tottenham Hotspur

En medio de una gira de pretemporada en Asia, Ben Davies, ahora de 31 años, reflexiona sobre una trayectoria de diez años con el Tottenham Hotspur que lo ha visto navegar por un torbellino de cambios tanto dentro como fuera del campo. Cuando llegó por primera vez del Swansea City en 2014 como un joven de 21 años, el club estaba en medio de una fase de reconstrucción bajo la dirección del entonces entrenador Mauricio Pochettino. Avanzando diez años, Davies sigue siendo una piedra angular del equipo, habiéndose reinventado a través de varios regímenes de entrenadores y cambios tácticos. Vestido de manera casual en una habitación con aire acondicionado, lejos del calor veraniego de Japón, parece no haber cambiado: el mismo peinado y un suave acento galés del sur que lo han acompañado a lo largo de su carrera. Sin embargo, a su alrededor, el Tottenham ha experimentado una transformación, con cuatro cambios de entrenador y un nuevo estadio que redefinen el paisaje del club. La adaptabilidad de Davies ha sido nada menos que notable. Bajo Pochettino, era un lateral tradicional, pero a medida que las demandas tácticas evolucionaron con entrenadores como José Mourinho y Antonio Conte, él se trasladó a un rol de tercer central. La temporada pasada, bajo la dirección de Ange Postecoglou, mostró su versatilidad como un lateral "invertido". A pesar de su naturaleza discreta, Davies reconoce que hay una percepción de ser subestimado, un sentimiento que atribuye a su modesta autoevaluación. "Nunca he sido el jugador más físico del mundo", admite. "He tenido que adaptarme a diferentes entrenadores, a diferentes roles". Su capacidad para comprender las instrucciones tácticas refleja su inteligencia y compromiso, cualidades que no solo lo han mantenido en el club, sino que también lo han convertido en una figura respetada dentro del equipo. Más allá de sus contribuciones en el campo, Davies ha desempeñado un papel crucial en la formación de la cultura del club, especialmente a medida que se integran jugadores más jóvenes como Archie Gray y Lucas Bergvall. Él enfatiza la importancia de establecer estándares y liderar con el ejemplo, basándose en sus propias experiencias de ser un novato en un vestuario de jugadores senior. Notablemente, puede contar con una mano las veces que ha llegado tarde a reuniones y almuerzos del equipo, un testimonio de su profesionalismo. Reflexionando sobre sus primeros días en el Tottenham, Davies recuerda la sorpresa de entrar en un ambiente de alta presión junto a profesionales experimentados. La intensidad del entrenamiento, la escrutinio de los aficionados y la magnitud del club contrastaban marcadamente con su tiempo en Swansea. Sin embargo, esos desafíos alimentaron su determinación de evolucionar como jugador y como persona. A lo largo de su carrera, Davies ha sido influenciado por pilares como Ashley Williams y Michael Dawson, quienes inculcaron los valores del trabajo duro y el autocuidado. Estas lecciones resuenan profundamente en él, y se esfuerza por transmitirlas a la próxima generación de jugadores. Su compromiso con el desarrollo personal es evidente en su búsqueda de un título universitario y credenciales de entrenador, asegurándose de estar preparado para la vida después del fútbol. A medida que el Tottenham se prepara para la nueva temporada, Davies se mantiene optimista. La camaradería entre los jugadores ha mejorado, y siente un renovado sentido de propósito bajo Postecoglou. "La sensación de los jugadores y la percepción externa alrededor del club ha mejorado mucho", señala, reconociendo el cambio positivo en la dinámica y los resultados. Las contrataciones de verano del club también han contribuido a la emoción que rodea el futuro del Tottenham. En el vestuario, la relación entre Davies y el capitán del equipo Son Heung-min brilla con fuerza. Son, quien se erige como un ícono del club, tiene una conexión personal con Davies, siendo el padrino de su hijo. Su vínculo trasciende lo profesional, con Davies describiendo a Son como un "miembro de la familia" y alguien en quien puede confiar para obtener consejos. Su amistad ejemplifica el entorno de apoyo que Davies busca cultivar entre los jugadores más jóvenes. Al mirar hacia atrás en una década llena de recuerdos, Davies no es de los que se detienen a reflexionar sobre los logros individuales. En cambio, se enfoca en las experiencias compartidas y el viaje colectivo de los equipos de los que ha formado parte. Su humildad es un recordatorio refrescante de las virtudes que sustentan el éxito en un deporte que a menudo glorifica los logros individuales. Con la ambición aún ardiendo con fuerza, la visión de Davies para el futuro es clara. "Estamos construyendo hacia algo especial", concluye, reflexionando sobre la lealtad y la paciencia de los aficionados mientras el equipo lucha por la grandeza. Su trayecto en el Tottenham es una narrativa de resiliencia, adaptabilidad y un compromiso inquebrantable con el éxito del club, sirviendo de inspiración para jugadores nuevos y veteranos.