Crisis en Medio Oriente: Las tensiones se disparan mientras Israel y Hezbolá están al borde de la guerra.

Crisis en Medio Oriente: Las tensiones se disparan mientras Israel y Hezbolá están al borde de la guerra.

El conflicto entre Israel y Hezbolá se intensifica tras la muerte de 12 niños en un ataque, lo que aumenta los temores de guerra y provoca medidas de seguridad urgentes.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Guerra 28.07.2024

La reciente escalada entre Israel y Hezbolá ha sumido a la región en una nueva crisis tras un trágico incidente que resultó en la muerte de 12 niños y adolescentes en los Altos del Golán, ocupados por Israel. Las secuelas de este devastador ataque han llevado a un aumento de las medidas de seguridad y a una atmósfera de miedo entre los residentes, particularmente en el norte de Israel, donde la amenaza inminente de represalias mantiene a la población en vilo. En la Universidad de Haifa, ubicada a menos de 30 millas de la frontera libanesa, las autoridades universitarias han tomado medidas de precaución, instruyendo a los miembros del personal en los pisos superiores a trabajar de forma remota debido al aumento del riesgo de ataques con cohetes. Esther Parpara, una miembro del personal, expresó la ansiedad que permea la comunidad, recordando el mortal conflicto con Hezbolá en 2006. “Este es un momento peligroso”, declaró, destacando la disposición de los padres para ayudar a la policía en la vigilancia de los espacios públicos. Este sentimiento refleja una preocupación más amplia: aunque los residentes no buscan la guerra, se sienten obligados a defenderse contra un grupo que creen está empeñado en la destrucción de Israel. La actual ola de violencia estalló el 8 de octubre, tras un ataque coordinado de Hamas contra Israel. El posterior lanzamiento de cohetes por parte de Hezbolá, como muestra de solidaridad, ha provocado una serie de ataques de represalia por parte de Israel. Ambas partes han participado en un intercambio de fuego recíproco, que ha llevado a un sombrío recuento de víctimas: más de 450 en Líbano, incluyendo alrededor de 100 civiles, y 40 fatalidades en Israel que comprenden tanto civiles como soldados. A pesar del aumento en el número de muertos, los intercambios se habían caracterizado por una relativa moderación, sugiriendo una falta de voluntad de ambas partes para escalar hacia un conflicto a gran escala. Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente tras el mortal ataque con cohetes que ocurrió el sábado. Miles se reunieron para llorar a las jóvenes víctimas, su dolor palpable mientras sostenían flores y fotografías junto a los pequeños ataúdes. Esta tragedia ha desatado una ola de ira y llamados a una respuesta más agresiva por parte de los funcionarios israelíes. Mientras que Hezbolá ha negado la responsabilidad por el ataque mortal, las autoridades israelíes son firmes en sus acusaciones, intensificando aún más la ya volátil atmósfera. En respuesta a los crecientes llamados a la acción, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, regresó prematuramente de discusiones diplomáticas en Estados Unidos para convocar una crucial reunión del gabinete de seguridad. Las promesas de un alto precio por las acciones de Hezbolá resonaron a lo largo de la reunión, con el ministro de Relaciones Exteriores, Israel Katz, exigiendo responsabilidad al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah. La retórica ha cambiado notablemente, con funcionarios de extrema derecha advirtiendo que Israel podría estar al borde de una guerra total. Hezbolá, anticipando una posible respuesta israelí a gran escala, ha comenzado supuestamente a evacuar sitios clave en el sur de Líbano y el Valle de Bekaa, un movimiento que podría interpretarse como una preparación para el peor de los escenarios en caso de un enfrentamiento militar significativo. A medida que la situación se desarrolla, la pregunta que queda en el aire es hasta dónde llegará Israel en su represalia y si la moderación o la escalada caracterizarán los próximos días. La región observa y espera, cada nuevo desarrollo intensificando los temores de una inminente guerra total que podría tener consecuencias nefastas tanto para israelíes como para libaneses.

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