Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A raíz de un devastador ataque aéreo en los Altos del Golán, que cobró la vida de niños inocentes, la comunidad está sumida en el dolor y la indignación. Miles se reunieron en Majdal Shams el domingo para llorar la trágica pérdida, mientras las emociones se intensificaban en medio de la sombría atmósfera del funeral. La escena era desgarradora: hombres vestidos con trajes tradicionales llevaban ataúdes cubiertos de blanco por las calles abarrotadas, mientras que mujeres en abayas negras depositaban flores, sus lágrimas eran un testimonio del profundo pesar que sentía toda la aldea. Fadi Mahmud, un residente local, expresó el dolor colectivo de la comunidad, destacando sus lazos estrechos. "Estos niños son como hijos de todos en la aldea", comentó, enfatizando la pérdida irreparable que ha golpeado a su estrecha comunidad por primera vez durante este conflicto en curso. El aire estaba cargado de dolor, pero pronto se transformó en una ira palpable cuando los asistentes al funeral dirigieron su furia hacia los funcionarios del gobierno israelí que hicieron acto de presencia en la ceremonia. Entre los funcionarios presentes estaban el Ministro de Vivienda, Nir Barkat, y la Ministra de Protección del Medio Ambiente, Idit Silman, quienes enfrentaron el peso de la frustración de la comunidad. "¿Ahora vienen aquí? ¡Diez meses no vinieron!" gritó un hombre vestido de militar, palabras que resonaron con el sentimiento de muchos dolientes que se sienten abandonados en su momento de duelo. La efusión emocional alcanzó un crescendo, con gritos exigiendo responsabilidad por las promesas hechas por el gobierno, promesas que muchos sienten que no se han cumplido. A medida que la situación se desarrollaba, videos compartidos en las redes sociales capturaban la tensa atmósfera, mostrando al Ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, rodeado de abucheadores que rechazaban su presencia de forma vocal. La súplica de la comunidad era clara: están cansados de las promesas vacías de líderes que parecen desconectados de las duras realidades que enfrentan en sus vidas. Las ramificaciones políticas de tal tragedia no han pasado desapercibidas. Informes indican que un líder de la comunidad drusa había instado previamente a los funcionarios del gobierno a abstenerse de asistir al funeral, con la esperanza de mantener el enfoque en el luto en lugar de convertir el evento en un espectáculo político. Sin embargo, con la presencia de funcionarios, las líneas entre el duelo y la política se desdibujaron, ya que los dolientes buscaban no solo honrar a sus seres queridos perdidos, sino también exigir justicia y reconocimiento de un gobierno que sienten que los ha decepcionado. A medida que el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acortaba su viaje a Estados Unidos y regresaba a Israel para discutir las crecientes tensiones, queda por ver cómo responderá el gobierno al dolor y la ira de la comunidad. Ha prometido que Hezbolá "pagará un alto precio", pero para las familias en duelo de Majdal Shams, son las vidas de sus hijos las que no pueden ser restauradas, y sus gritos de responsabilidad y cambio persistirán mucho después de que el funeral haya terminado.