Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una escalada dramática de las tensiones, el ejército israelí llevó a cabo ataques aéreos durante la noche en varios lugares de Líbano tras un mortal ataque con cohetes que cobró la vida de al menos 12 personas en una ciudad controlada por Israel. El asalto, que ocurrió el sábado, ha sido atribuido a Hezbollah por las autoridades israelíes, aunque el grupo militante ha negado cualquier implicación. Los ataques israelíes se dirigieron a áreas que ya habían sido bombardeadas anteriormente, principalmente cerca de la frontera y alrededor de la ciudad portuaria del sur, Tiro. Notablemente, se reportó un ataque en el Valle de Bekaa, un lugar que ha visto menos operaciones israelíes desde febrero. A pesar de esta respuesta medida, los analistas siguen siendo cautelosos, ya que Israel podría desatar una contraofensiva más significativa, lo que podría escalar las hostilidades de bajo nivel entre las fuerzas israelíes y las milicias lideradas por Hezbollah en un conflicto a gran escala. A medida que la situación se desarrollaba, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien se encontraba en Estados Unidos en ese momento, anunció su decisión de regresar a casa anticipadamente para convocar una reunión con altos funcionarios del gobierno. Esta rápida acción indica que podrían estar en el horizonte medidas de represalia adicionales. Un comunicado oficial de la oficina de Netanyahu enfatizó una advertencia severa: “Hezbollah pagará un precio elevado que no ha pagado hasta ahora”. El ataque con cohetes tuvo como objetivo una ciudad árabe en los Altos del Golán, un área de importancia estratégica que fue capturada a Siria durante la guerra árabe-israelí de 1967. Israel anexó formalmente el territorio en 1981, un movimiento que no ha recibido un amplio reconocimiento internacional, aunque la administración Trump sí reconoció la soberanía israelí sobre la región. Los Altos del Golán albergan aproximadamente a 20,000 árabes drusos, muchos de los cuales mantienen una identidad siria y han rechazado la ciudadanía israelí, junto a una población judía que se ha asentado en la zona desde 1967. La violencia en curso tiene raíces en el conflicto más amplio que involucra a Israel, Hamas y las dinámicas regionales influenciadas por el apoyo iraní a grupos como Hezbollah. Este reciente ataque con cohetes marca un momento significativo, ya que señala posibles cambios en el equilibrio de poder y la naturaleza interconectada de los conflictos en la región. Con las apuestas ahora elevadas, Israel enfrenta el desafío de navegar su respuesta con cautela, equilibrando la necesidad de seguridad con los riesgos de escalar una situación ya volátil hacia una guerra más amplia.