Elecciones en Venezuela: un crucial punto de inflexión para el futuro del país

La inminente elección presidencial en Venezuela, programada para este domingo, es vista por muchos como un hito crucial en la historia del país. Miguel Ángel Santos, economista y académico, señala que la relevancia de esta votación es comparable a la que llevó a Hugo Chávez al poder, aunque en aquel momento la población no era consciente de la magnitud de su resultado. A diferencia de años anteriores, esta elección presenta una oportunidad tangible para que la oposición acceda a la administración del país, lo que podría desencadenar un proceso de reestructuración de la deuda y una eventual recuperación económica. Santos destaca que, aunque ha habido una leve recuperación económica desde 2021, los números son desalentadores. La economía venezolana sufrió una contracción del 75% entre 2014 y 2021, y la recuperación de un 3% a un 5% en años recientes se produce sobre una base mucho más pequeña. Este colapso económico es el más severo documentado a nivel mundial en tiempos de paz. La situación ha llevado a una diáspora masiva, con entre siete y ocho millones de venezolanos abandonando el país en busca de mejores oportunidades. En la conversación, Santos menciona el fenómeno de lo que el activista serbio Srdja Popovic ha denominado "el modelo Maduro", que consiste en la aceptación del colapso económico por parte de un líder autocrático con el objetivo de mantener el control. Aunque se han implementado algunas medidas que podrían indicar un cambio, Santos es claro al afirmar que estos intentos no son suficientes para transformar la realidad del país. La hiperinflación ha disminuido, pero las condiciones de vida siguen siendo desesperantes, con un salario mínimo de solo 3,50 dólares mensuales. Con respecto a la posibilidad real de una victoria de la oposición, Santos resalta la importancia de la unidad en sus filas. La oposición ha logrado una cohesión sin precedentes, similar a la del año 2012, gracias a unas primarias en las que María Corina Machado se consolidó como la líder indiscutible. Este liderazgo y la crítica situación económica han generado un clima donde la opción opositora se presenta como una alternativa viable y deseable para la población. Para reconstruir la economía, Santos identifica tres pasos fundamentales que un gobierno opositor debería seguir. En primer lugar, es esencial restablecer los mecanismos de mercado que fueron desmantelados durante el chavismo. Esto incluiría la eliminación de controles de precios y tasas de interés, permitiendo así que la economía vuelva a funcionar de manera efectiva. En segundo lugar, la reestructuración de la abrumadora deuda externa, que se estima en 160.000 millones de dólares, es un imperativo para cualquier esfuerzo de recuperación económica. Sin datos fiables, es difícil evaluar la situación, pero la necesidad de apoyo internacional, como el del Fondo Monetario Internacional, es clara. El tercer paso crucial sería atraer inversión privada, especialmente en el sector petrolero, que si bien no es la única solución, podría ofrecer un respiro inmediato a la economía. Santos enfatiza que, aunque no se puede depender únicamente del petróleo, su explotación eficiente podría generar recursos para diversificar y fortalecer la economía en el futuro. Sin embargo, si Maduro mantiene el control tras las elecciones, la perspectiva es sombría. Santos advierte que Venezuela no tiene posibilidades de recuperación significativa sin una transición política. Tanto si Maduro es reconocido internacionalmente como presidente legítimo, como si se alega una victoria fraudulenta, las condiciones económicas seguirían estancadas. La atracción de inversiones necesarias para una recuperación real se desvanecería, dejando al país atrapado en un ciclo de pobreza y migración. La magnitud de lo que está en juego en estas elecciones es innegable, según Santos. La diferencia entre una victoria de la oposición y un nuevo mandato de Maduro representa dos futuros radicalmente distintos para Venezuela. En medio de una crisis humanitaria sin precedentes, la población observa con atención y esperanza, conscientes de que esta elección podría ser el punto de inflexión que tanto anhelan. La historia de Venezuela, marcada por sus altibajos, se encuentra en la balanza, y el próximo domingo podría reescribir su destino.