Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El Grupo Financiero Banorte se encuentra en el ojo del huracán financiero después de anunciar que podría ajustar su guía de utilidad neta en los próximos trimestres, debido a su programa de recompra de acciones. Según informes recientes, la compañía mexicana ha establecido su guía de utilidad neta para 2024 en un rango de entre 56,400 millones y 57,400 millones de pesos mexicanos. Este anuncio ha generado cierta incertidumbre entre los analistas y los inversionistas, quienes observan de cerca la evolución de la situación. Durante una llamada con analistas, un ejecutivo de Banorte reveló la posibilidad de una revisión en la guía de utilidad neta, lo cual estaría condicionado por el desempeño de su programa de recompra de acciones. Esta decisión estratégica podría tener un impacto significativo en la percepción del mercado sobre la salud financiera de la institución bancaria, especialmente en un contexto marcado por la volatilidad y las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Además, Banorte informó que ha modificado su objetivo de nivel de capital común a largo plazo, elevándolo a un rango de entre 13% y 13.5%, en comparación con el rango anterior que oscilaba entre el 12% y 13%. Esta medida se justifica, según la empresa, por las actuales condiciones inestables del mercado, que han generado un ambiente de incertidumbre y especulación en el sector financiero. Como consecuencia de estos anuncios, las acciones de Banorte experimentaron una caída del 2.09% en la bolsa mexicana, reflejando la reacción de los inversionistas ante las novedades presentadas por la entidad bancaria. Este descenso se produjo poco después de la publicación de los resultados financieros del segundo trimestre, donde Banorte reportó un incremento del 7.1% en su utilidad neta interanual, alcanzando la cifra de 14,018 millones de pesos, equivalente a unos 766.5 millones de dólares. Esta cifra, a pesar de representar un aumento en comparación con el mismo periodo del año anterior, no logró cumplir con las expectativas de los analistas consultados por la LSEG. Este hecho ha generado aún más incertidumbre en torno al desempeño futuro de Banorte y ha puesto de manifiesto la necesidad de seguir de cerca la evolución de la compañía en los próximos trimestres, especialmente en un contexto global marcado por la volatilidad y la inestabilidad económica. En este sentido, los inversionistas y analistas estarán atentos a cualquier movimiento por parte de Banorte en relación con su guía de utilidad neta y su programa de recompra de acciones, ya que estos factores serán determinantes para evaluar el rumbo que tomará la institución financiera en un futuro cercano. La transparencia y la comunicación efectiva por parte de la empresa serán clave para disipar las dudas y generar confianza en el mercado, en un momento crucial para el sector bancario mexicano y global.