Autoridades francesas arrestan a ciudadano ruso por presunto complot para los Juegos Olímpicos de París.

Las autoridades francesas han arrestado a un ciudadano ruso por un presunto complot para "desestabilizar" los próximos Juegos Olímpicos de París, citando preocupaciones de espionaje, ciberataques y campañas de desinformación dirigidas a Francia y sus ciudadanos. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, enfatizó la importancia de salvaguardar la integridad del deporte y prevenir que sea manipulado con propósitos nefastos. "Estamos aquí para asegurar que el deporte no sea utilizado para espionaje, ciberataques o para criticar e incluso mentir sobre Francia y los franceses", declaró Darmanin. Este reciente desarrollo surge tras una serie de incidentes que han despertado sospechas de actores externos intentando explotar y sembrar discordia en Francia, especialmente en relación a conflictos internacionales como los de Ucrania y Gaza. En un perturbador evento en junio, cinco ataúdes cubiertos con banderas francesas y etiquetados como "soldados franceses de Ucrania" fueron abandonados cerca de la icónica Torre Eiffel. Posteriormente, tres individuos de diferentes nacionalidades -un búlgaro, un ucraniano y un alemán- fueron detenidos y confesaron que les pagaron para dejar los ataúdes en un lugar público. Oficiales de inteligencia franceses señalaron a Rusia como el posible orquestador de este inquietante acto. Antes de esto, manos rojas fueron pintadas en el principal memorial del Holocausto en París, con los perpetradores sospechosos de haber huido del país tras el vandalismo. Además, alrededor de 250 esténciles de graffiti que se asemejan a las Estrellas de David, un símbolo prominente en la bandera israelí, aparecieron en numerosas paredes de París tras el conflicto entre Hamas e Israel. Una pareja moldava fue arrestada en conexión con este incidente, y las autoridades francesas alegaron que fueron financiados por inteligencia rusa. Estos incidentes subrayan las crecientes preocupaciones en torno a la interferencia extranjera y la manipulación de eventos en Francia, generando alarmas sobre posibles intentos de sembrar discordia, difundir desinformación y socavar la seguridad nacional y el tejido social. Las autoridades se mantienen vigilantes y comprometidas en frustrar cualquier esfuerzo dirigido a desestabilizar el país, especialmente a medida que los Juegos Olímpicos de París se acercan. El arresto del individuo ruso es solo un paso en los esfuerzos continuos para proteger a Francia contra amenazas externas y preservar la integridad de sus instituciones y cohesión social.