Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En medio de la escalada de violencia que se vive en la región, la Franja de Gaza ha sido nuevamente escenario de un trágico saldo de muerte y destrucción. El fuego israelí ha cobrado la vida de al menos 64 palestinos y ha dejado a más de cien heridos en las últimas 24 horas, según informó el Ministerio de Sanidad controlado por Hamás. Las cifras son alarmantes: desde el inicio de los bombardeos el pasado 7 de octubre, ya suman 38,983 las personas fallecidas y 89,727 las heridas en Gaza. Lo más desolador es que alrededor de 10,000 cuerpos siguen atrapados entre los escombros, sin que los equipos de rescate puedan acceder a ellos, sumiendo a la población en un dolor y una desesperación inimaginables. En medio de este panorama desgarrador, se denuncian masacres contra familias enteras en la Franja de Gaza. Entre los casos más impactantes, se destaca el bombardeo a una casa de la familia Khalifa en el campamento de Bureij, donde siete civiles perdieron la vida y varios resultaron heridos. Esta atrocidad se suma a una larga lista de tragedias que han golpeado a la población palestina en las últimas semanas. Los campamentos de refugiados de Nuiserat y Bureij han sido escenario de intensos ataques por parte de las fuerzas israelíes, convirtiéndose en blanco de una violencia indiscriminada que no distingue entre civiles y combatientes. Mientras tanto, el Ejército israelí asegura seguir operando en la Franja por tierra, mar y aire, llevando a cabo operaciones selectivas en diversas estructuras militares, según su comunicado oficial. En medio de esta espiral de violencia, la población civil de Gaza sufre las consecuencias de un conflicto que parece no tener fin. En Rafah, al sur de la Franja, y en otras zonas, se han hallado más infraestructuras terroristas y se han desmantelado túneles subterráneos, en un intento por neutralizar las amenazas existentes. Mientras tanto, los bombardeos continúan en Gaza, sumiendo a la población en un estado de terror y desasosiego constante. Este domingo se espera que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se reúna con su equipo negociador para abordar un posible pacto de tregua, en medio de las presiones internacionales y los llamados de los familiares de los rehenes por detener la violencia. En medio de este panorama desolador, es urgente un llamado a la paz y a la contención de la violencia. La comunidad internacional debe redoblar esfuerzos para detener esta espiral de muerte y sufrimiento que azota a Gaza, y buscar soluciones políticas y diplomáticas que pongan fin a un conflicto que ha cobrado ya un precio demasiado alto en vidas humanas. Es imperativo que se ponga fin a la violencia y se abra paso a un diálogo que permita construir un futuro de paz y convivencia en la región.
