El Congreso en la mira: contrarreformas que desafían la democracia peruana

Desde que inició su mandato en julio de 2021, el actual Congreso de la República ha sido el escenario de una serie de contrarreformas que han impactado significativamente en diversos sectores de la sociedad peruana. Según un análisis realizado por la Unidad de Periodismo de Datos de El Comercio, se han identificado 14 leyes que han modificado las reglas de juego en áreas como la educación, la economía, la institucionalidad política y el medio ambiente, con potenciales efectos a mediano y largo plazo. Entre las principales contrarreformas impulsadas por el Congreso se encuentran aquellas relacionadas con el sector educativo. La aprobación de normas como la que propone el ingreso de maestros interinos a la carrera pública magisterial, que afecta el sistema meritocrático en la carrera docente, así como modificaciones en la Superintendencia Nacional de Supervisión Universitaria (Sunedu) y la participación de padres de familia en la elaboración de textos educativos, han generado preocupación en el ámbito educativo. En el ámbito económico, las contrarreformas también han dejado su huella, especialmente en la capitalización del sistema previsional. La aprobación de retiros extraordinarios de las AFP ha generado incertidumbre, con proyecciones que indican una posible salida de millones de soles y la afectación del ahorro de miles de afiliados. Además, reformas institucionales como el retorno a la bicameralidad y modificaciones en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), la colaboración eficaz y los plazos para sancionar candidatos por falta de transparencia en sus gastos de campaña, han sido objeto de controversia por sus potenciales impactos negativos en el sistema político y en la separación de poderes. El politólogo y analista Alejandro Boyco destaca que estas contrarreformas han permitido al Congreso expandir su poder e influencia sobre otros actores políticos, limitando el control sobre sus acciones. Advierte que la posibilidad de retornar a un sistema equilibrado en el futuro podría ser complicada, ya que estas medidas podrían tener efectos duraderos en la estructura política del país. Tras la vacancia del expresidente Pedro Castillo, el Congreso ha centrado sus esfuerzos en sobrevivir políticamente hasta el final de su mandato, lo que ha llevado a un Legislativo fragmentado a buscar acuerdos entre sus bancadas para mantenerse en el poder. Esto ha supuesto relegar las propuestas ideológicas y los planes de gobierno a un segundo plano, con el único objetivo de asegurar la permanencia en el cargo y, en algunos casos, buscar la reelección en el futuro. En este contexto, la sociedad peruana se enfrenta a un escenario político complejo, con decisiones legislativas que podrían tener repercusiones significativas en el país a largo plazo. La capacidad de recuperar reformas perdidas, restaurar el equilibrio de poder entre instituciones y garantizar la transparencia y la rendición de cuentas se convierte en un desafío crucial para el futuro del país. La ciudadanía deberá estar atenta y participar activamente en el debate público para asegurar que se respeten los principios democráticos y se promueva el bienestar común en esta coyuntura de transformación política.