Ataque israelí en puerto de Yemen despierta alarma humanitaria.

El bombardeo israelí del vital puerto yemení en Hudaydah ha generado preocupación entre expertos regionales que predicen que el ataque afectará principalmente a civiles en el país devastado por la guerra en lugar de impactar significativamente en las operaciones de la milicia Houthi. Tras el ataque con drones de los huthis a Tel Aviv, Israel respondió con una serie de ataques aéreos en Hudaydah, que resultaron en la muerte de tres personas y dejaron a 87 individuos heridos, muchos de los cuales sufrieron quemaduras graves. La ciudad portuaria de Hudaydah sirve como una línea vital para Yemen, facilitando la entrada de alimentos, combustible y ayuda humanitaria a la empobrecida población en la parte norte del país. El portavoz militar israelí, contraalmirante Daniel Hagari, justificó el bombardeo como una medida necesaria para contrarrestar las presuntas actividades terroristas de la milicia Houthi, alegando que los objetivos alcanzados tenían una naturaleza de "doble uso", incluyendo infraestructura energética. Sin embargo, expertos, incluidos académicos yemeníes y ex funcionarios estadounidenses con experiencia en la región, han expresado escepticismo sobre la efectividad de los ataques israelíes. Argumentan que dirigirse al puerto en Hudaydah, del cual dependen más de 20 millones de yemeníes para suministros esenciales, intensificará principalmente la crisis humanitaria en una nación que ya enfrenta un severo conflicto y sufrimiento. Adam Clements, un agregado militar retirado del Ejército de Estados Unidos para Yemen, enfatizó que el bombardeo del puerto es más probable que impacte negativamente a los ciudadanos yemeníes comunes que perjudicar significativamente la capacidad de la milicia Houthi para llevar a cabo ataques. Clements sugirió que atacar objetivos militares como sitios de radar o de lanzamiento podría haber sido más efectivo para interrumpir las actividades huthis sin agravar la situación de los civiles. El ataque israelí en Hudaydah llega en un momento crítico para Yemen, que ha estado envuelto en un conflicto prolongado durante más de una década, lo que ha llevado a una devastación generalizada y una situación humanitaria desesperada. Mientras los observadores internacionales continúan monitoreando la situación, hay crecientes llamados para un esfuerzo concertado para abordar las causas fundamentales del conflicto y aliviar el sufrimiento del pueblo yemení atrapado en el fuego cruzado de tensiones regionales y rivalidades geopolíticas.