La industria de carreras de galgos de Australia enfrenta nuevas acusaciones de abuso, desatando indignación y llamados a la acción.

La industria de carreras de galgos de Australia ha vuelto a estar en el ojo del huracán debido a acusaciones de abuso que sacuden el deporte, poniendo al descubierto prácticas perturbadoras dentro del sector que alguna vez prometió estar reformado. En 2015, la industria enfrentó un ajuste de cuentas después de una investigación desgarradora que expuso las espantosas muertes de miles de perros jóvenes anualmente. Las impactantes revelaciones llevaron al gobierno a introducir rápidamente una prohibición al deporte, aunque fue de corta duración. Casi una década después, Greyhound Racing New South Wales (GRNSW) se encuentra en el centro de una nueva controversia tras las revelaciones hechas por un valiente denunciante. El ex veterinario jefe de la organización ha pintado un panorama sombrío, describiendo una cultura de explotación y sufrimiento desenfrenada dentro de la industria. Según el informe del denunciante, los perros supuestamente están siendo sometidos a condiciones inhumanas en las carreras, son sacrificados innecesariamente o abandonados en condiciones deplorables una vez que ya no se consideran competitivos. Estas acusaciones han provocado indignación entre los activistas por los derechos de los animales y el público. En respuesta al escándalo, cabezas ejecutivas dentro de GRNSW han comenzado a rodar, y se ha iniciado una investigación oficial para indagar en las acusaciones. Aunque GRNSW ha expresado su disposición a cooperar con la investigación, los críticos están exigiendo acciones más fuertes, incluso instando a la prohibición total de las carreras de galgos en el país. Sin embargo, a pesar de la creciente presión y el apoyo público menguante, el primer ministro del estado ha expresado su renuencia a cerrar por completo el deporte, preparando el escenario para un enfrentamiento controvertido con los defensores del bienestar animal. Una de las voces que lidera la lucha contra la industria de carreras de galgos es la diputada de Justicia Animal de NSW, Emma Hurst, quien declaró audazmente: "La realidad es que la industria de carreras de galgos no puede existir sin crueldad animal sistémica". A medida que la investigación profundiza en las acusaciones de abuso dentro de la industria, el futuro de las carreras de galgos en Australia pende de un hilo, con las partes interesadas de todos los lados preparándose para lo que podría ser un momento definitorio en la tumultuosa historia del deporte.