Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El pasado mes de abril, la Familia Real marroquí dio un paso más en el mundo hotelero al inaugurar el Royal Mansour Casablanca, su segundo hotel de cinco estrellas. Ubicado en una discreta torre de 23 pisos en la Avenida de las Fuerzas Armadas Reales de Casablanca, este espectacular hotel es un derroche de lujo y opulencia que no deja indiferente a ningún visitante. A simple vista, la fachada del edificio no destaca entre los demás del distrito Art Decó de la ciudad, pero al adentrarse en sus instalaciones se descubre un universo de exquisitez y sofisticación. Desde el lobby hasta las habitaciones y los restaurantes, el Royal Mansour Casablanca deslumbra con la artesanía más fina y la gastronomía más exquisita que Marruecos tiene para ofrecer. El diseño interior del hotel es una oda al talento de los artesanos marroquíes e internacionales, con materiales de alta calidad como madera, latón y mármol que se combinan para crear un ambiente elegante y acogedor. Desde las columnas hasta los accesorios de iluminación, cada rincón del Royal Mansour Casablanca está meticulosamente cuidado para ofrecer una experiencia única a sus huéspedes. Con un total de 149 habitaciones, suites y apartamentos privados, el hotel también cuenta con un spa de 2.500 metros cuadrados en las plantas cuatro y cinco, convirtiéndose en el más grande de la ciudad. Además, su oferta gastronómica es de alta categoría, con opciones que van desde un bar de cigarros cubanos hasta un restaurante de cocina francesa con influencias marroquíes, pasando por un sushi bar y un espacio dedicado al cuidado masculino. La tarifa para hospedarse en el Royal Mansour Casablanca varía según la categoría de la habitación, con precios que empiezan en 550 euros por noche y pueden llegar hasta los 25.000 euros por la espectacular Royale Suite de 1.200 metros cuadrados. Sin duda, este hotel se posiciona como un destino de lujo para aquellos viajeros que buscan una experiencia inigualable en la ciudad de Casablanca. Además, la apertura de este hotel de la Familia Real marroquí en Casablanca no parece ser casualidad, ya que la ciudad se perfila como un destino turístico de alto nivel con mucho potencial. Con Marrakech consolidada como una urbe cosmopolita, Casablanca se presenta como un lugar atractivo para el turismo premium, y la llegada del Royal Mansour Casablanca refuerza esta idea. Asimismo, se espera que en los próximos meses se inaugure el Royal Mansour Tamuda Bay, otro proyecto hotelero cerca del palacio que Mohamed VI tiene en esa zona, lo que confirma el interés de la Familia Real marroquí en seguir expandiendo su presencia en el sector hotelero de lujo. En definitiva, el Royal Mansour Casablanca se erige como un nuevo referente de la hostelería de alto nivel en Marruecos, ofreciendo a sus huéspedes una experiencia incomparable de lujo y exclusividad.