Las vidas palestinas penden de un hilo mientras Gaza enfrenta un devastador asalto por parte de Israel.

Las vidas palestinas penden de un hilo mientras Gaza enfrenta un devastador asalto por parte de Israel.

En Gaza, la vida de Mona Abdel Raheem se desmoronó debido a los bombardeos israelíes y la evacuación forzada, creando una situación desesperada. El continuo asalto a Gaza pone en riesgo la vida de los palestinos, llegando incluso al genocidio, pero la preocupación internacional sigue siendo insuficiente. El objetivo israelí de los empleados de la UNRWA empeora la situación a medida que los aliados occidentales reducen la financiación. La esperanza de un alto al fuego persiste, pero el miedo y la muerte prevalecen mientras Israel continúa sus ataques. Mona, al igual que muchos otros, se niega a abandonar su tierra, incluso a riesgo de su vida.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Guerra 06.02.2024
En Gaza, la vida de Mona Abdel Raheem fue destrozada por una bomba israelí que destruyó su hogar y mató a su vecino. Obligada a huir hacia el sur con su familia, se unió a más de un millón de palestinos que evacuaron el norte de Gaza según el mandato de Israel. La situación ha sido descrita como una transferencia forzada de población, considerada un crimen de guerra. Mona, al igual que muchos otros, ha vivido varias guerras pero ninguna tan devastadora como el actual asalto a Gaza por parte de Israel. Las vidas palestinas están en riesgo de genocidio, como han advertido los expertos de la ONU, los grupos de derechos humanos y la Corte Internacional de Justicia. En represalia por el ataque de Hamas, Israel ha castigado a toda la población de Gaza. Mona fue testigo de la destrucción causada por los bombardeos israelíes y de la muerte de seres queridos. Se preguntó por qué otros países, especialmente naciones árabes y europeas, no muestran preocupación por la difícil situación del pueblo palestino. La experiencia de Mona recuerda al éxodo masivo de los palestinos durante la Nakba en 1948. Ella y cientos de miles de palestinos fueron humillados y presenciaron la muerte de otros mientras huían de sus hogares. La reciente expulsión del norte de Gaza es otro capítulo en la continua desposesión palestina. El cuñado de Mona y su familia también fueron asesinados por el bombardeo israelí, a pesar de que él era un civil que trabajaba para la UNRWA. Israel ha atacado a empleados de la UNRWA, con más de 150 trabajadores asesinados desde el 7 de octubre. A medida que la CIJ dictaminó la posibilidad de genocidio en Gaza, Israel acusó a 12 empleados de la UNRWA de estar involucrados en los ataques de Hamas sin proporcionar ninguna evidencia. Esto llevó a varios aliados occidentales a reducir la financiación a la UNRWA, exacerbando la grave situación en Gaza. Se rumorea la posibilidad de una pausa humanitaria y un alto el fuego permanente, lo que trae esperanza al pueblo de Gaza, pero no se ha implementado ninguna tregua. El temor a la muerte crece a medida que Israel ataca áreas como Rafah, donde Mona ha buscado refugio. Muchos civiles se quedan en edificios residenciales o en las calles. Algunos funcionarios israelíes han abogado por la expulsión de todos los palestinos de Gaza hacia Egipto, pero el presidente egipcio ha rechazado el desplazamiento permanente. Mona sigue decidida a quedarse en su tierra, incluso si eso significa enfrentar la muerte.
Ver todo Lo último en El mundo