Una mujer valiente enfrenta la adversidad para ayudar a los más necesitados en medio del conflicto
Yael Noy, directora de la organización benéfica Road to Recovery, enfrenta una dura batalla emocional después del ataque de Hamas el 7 de octubre. A pesar de las pérdidas y de dejar de recibir pacientes de Gaza, Yael y la mayoría de los voluntarios siguen transportando a palestinos enfermos desde Cisjordania a hospitales en Israel. Aunque consideró dejar de ayudar, decidió que las atrocidades no la cambiarían y sigue comprometida con su misión. Yael se niega a deshumanizar a los palestinos y equipararlos con Hamas. Su objetivo es ayudar a los niños sin importar su origen. A pesar de los riesgos, Yael sigue comprometida y espera volver a recoger a pacientes de Gaza en el futuro. La organización necesita apoyo externo ya que las donaciones internas han disminuido. Aunque algunos voluntarios han dejado de participar, otros se han unido para asegurar que los pacientes palestinos sigan recibiendo tratamiento. A pesar de la radicalización en ambos lados, Yael sigue creyendo en una solución pacífica y trabajar juntos. A pesar de las dificultades y las críticas, su misión de ayudar a los demás sigue siendo su prioridad y está decidida a
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Yael Noy, directora de la organización benéfica Road to Recovery, se enfrenta a una difícil batalla emocional después del ataque de Hamas el 7 de octubre. A pesar de la pérdida de cuatro voluntarios y el cese de recibir pacientes de Gaza, Yael y la mayoría de los voluntarios continúan transportando a palestinos enfermos desde Cisjordania a hospitales en Israel. Aunque inicialmente se sintió conmocionada y consideró dejar de ayudar a la gente de Gaza, Yael decidió que no podía permitir que las atrocidades la cambiaran y sigue comprometida con su misión de ayudar a los que más lo necesitan.
Yael se niega a deshumanizar a los palestinos y equipararlos con Hamas, ya que considera que ellos también son víctimas de la organización terrorista. Su objetivo es ayudar a los niños con cáncer y otras enfermedades, independientemente de su origen étnico o religión. Sin embargo, Yael reconoce que su labor no es bien vista por todos, incluyendo a algunos miembros de su propia familia y a soldados israelíes que cuestionan sus acciones.
A pesar de las dificultades y los riesgos, Yael sigue comprometida con su labor y espera poder volver a recoger a pacientes de Gaza en el futuro. La organización benéfica necesita apoyo externo ya que las donaciones desde dentro de Israel han disminuido. Aunque la situación actual ha llevado a algunos voluntarios a dejar de participar o a centrarse en llevar medicamentos a los desplazados, otros se han unido para asegurarse de que los pacientes palestinos de Cisjordania continúen recibiendo el tratamiento necesario.
A pesar del aumento de la radicalización en ambos lados del conflicto, Yael sigue creyendo en la importancia de encontrar una solución pacífica y trabajar juntos. A pesar de las dificultades y las críticas, su misión de ayudar a los demás sigue siendo su prioridad y está decidida a cumplirla.