Realidad distorsionada: El uso indebido de imágenes recicladas alimenta la duda y disminuye el verdadero costo del conflicto entre Israel y Hamas.
En la era de las redes sociales, la imagen visual tiene un poder inmenso para moldear la opinión pública. Sin embargo, en medio del conflicto en curso entre Israel y Hamas, ha surgido una preocupante tendencia: el uso de imágenes recicladas de conflictos pasados. Estas imágenes, a menudo sacadas de contexto, tienen el potencial de distorsionar la realidad de la guerra y sembrar dudas sobre pruebas legítimas de atrocidades.
Un ejemplo claro de esta apropiación indebida es un video de un niño llorando por sus hermanas en Gaza. Sorprendentemente, esta desgarradora escena fue filmada en una Siria devastada por la guerra hace casi una década. La manipulación de este tipo de imágenes no solo minimiza las experiencias de las víctimas, pasadas y presentes, sino que también socava la credibilidad de la situación actual.
Desafortunadamente, las fotografías y videos sacados de contexto no son algo nuevo en el ámbito de la desinformación. Sin embargo, cuando se utilizan para retratar la magnitud del sufrimiento, las consecuencias son particularmente graves. Entre las imágenes populares que circulan en línea se encuentran fotografías de niños muertos falsamente descritos como palestinos asesinados por las fuerzas israelíes, cuando en realidad muestran a niños sirios de 2013. Otro video, que muestra a un niño cubierto de residuos blancos y temblando de miedo, se representa falsamente como un niño traumatizado en Gaza, cuando en realidad fue filmado después de una inundación en Tayikistán.
Estas tergiversaciones no solo revictimizan a los supervivientes, sino que también erosionan la confianza pública en la veracidad de la evidencia visual. Las imágenes emotivas tienen la capacidad de captar la atención y generar compasión, pero cuando se introduce desinformación en estas narrativas, puede llevar a las personas a rechazar o ignorar la evidencia de manera más amplia.
Expertos en derechos humanos han expresado una profunda preocupación por la falta de confianza en la evidencia visual. Enfatizan la importancia de verificar la información al tiempo que reconocen la existencia de eventos reales y horribles. A medida que el conflicto entre Israel y Hamas continúa desarrollándose, es crucial que todos nosotros evaluemos críticamente las imágenes y videos que circulan en línea. Al hacerlo, podemos asegurar una representación precisa del verdadero costo de esta devastadora guerra.
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En medio del conflicto en curso entre Israel y Hamas, el uso de imágenes recicladas de conflictos pasados se ha convertido en una preocupante tendencia. Estas imágenes, a menudo sacadas de contexto, pueden distorsionar el verdadero costo de la guerra y poner en duda pruebas legítimas de atrocidades. Por ejemplo, un video de un niño llorando por sus hermanas en Gaza fue filmado en realidad en Siria hace casi una década. Esta apropiación indebida de imágenes no solo disminuye las experiencias de las víctimas, tanto pasadas como presentes, sino que también socava la credibilidad de la realidad actual.
Las fotografías y videos sacados de contexto son una forma común de desinformación, pero su uso indebido para representar la magnitud del sufrimiento es particularmente grave. Entre las imágenes y videos populares que circulan en línea se encuentran fotografías de niños muertos descritos como palestinos asesinados por las fuerzas israelíes, cuando en realidad son niños sirios de 2013. Otro video muestra a un niño temblando en la oscuridad, cubierto de residuos blancos, y se presenta falsamente como un niño traumatizado en Gaza, cuando en realidad fue filmado después de una inundación en Tayikistán. Estas tergiversaciones no solo revictimizan a los sobrevivientes, sino que también erosionan la confianza pública en la veracidad de la evidencia visual.
Si bien el uso de imágenes cargadas emocionalmente puede captar la atención y generar compasión de manera efectiva, la introducción de desinformación en torno a estas historias puede llevar a las personas a rechazar o ignorar la evidencia de manera más amplia. Expertos en derechos humanos han expresado preocupación por la falta de confianza en la evidencia visual, enfatizando la importancia de verificar la información al tiempo que reconocen la existencia de eventos reales y horribles. A medida que el conflicto continúa desarrollándose, es crucial evaluar críticamente las imágenes y videos que circulan en línea para asegurar una representación precisa del verdadero costo de la guerra.