Las tensiones aumentan a medida que Líbano espera la respuesta de Hezbollah al asesinato: el próximo movimiento de Nasrallah bajo escrutinio.
Miles de dolientes se reunieron en Beirut para el funeral de Saleh al-Arouri, el sublíder de Hamas, quien fue asesinado. El asesinato de al-Arouri fue un golpe tanto para Hamas como para su aliado, Hezbollah, ya que el ataque ocurrió en Dahiyeh, un bastión libanés del grupo. El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, condenó el asesinato como una "agresión israelí", pero no amenazó explícitamente con un ataque a Israel en su discurso. Israel ha advertido a Hezbollah que evite la escalada del conflicto, enfatizando su enfoque en prevenir una guerra más grande y evitar medidas retaliatorias. Se espera que Nasrallah se dirija a sus seguidores, evaluando cuidadosamente las posibles consecuencias de una mayor escalada.
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Miles de dolientes se reunieron en Beirut para asistir al funeral de Saleh al-Arouri, el vicepresidente de Hamas, quien fue asesinado dos días antes. El cortejo estuvo marcado por pancartas, banderas palestinas y de Hamas, música, rezos y fuertes disparos. Al-Arouri, una figura prominente en el ala armada de Hamas, estaba estrechamente aliado con el líder de Hamas, Ismail Haniyeh. El asesinato no solo afectó a Hamas, sino que también golpeó a Hezbollah, su aliado, ya que el ataque tuvo lugar en Dahiyeh, un bastión del movimiento libanés.
Las miradas de Líbano se volvieron hacia Hassan Nasrallah, el influyente líder de Hezbollah, para ver cómo respondería. En un discurso programado, Nasrallah condenó el asesinato como una "flagrante agresión israelí" y prometió tomar medidas, pero no amenazó explícitamente con un ataque a Israel. Hezbollah, con su vasto arsenal y combatientes experimentados, representa una mayor amenaza para Israel que Hamas. Sin embargo, el grupo ha sido cauteloso en sus acciones, buscando evitar una guerra a gran escala y evitando el apoyo público a la confrontación militar.
Por su parte, Israel ha advertido a Hezbollah que no escalen el conflicto. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, ha afirmado anteriormente que Israel podría causar la misma devastación en Beirut que en Gaza. Si bien algunos funcionarios israelíes apoyan una mayor acción contra Hezbollah para eliminar la amenaza a las comunidades del norte, el enfoque del país sigue siendo evitar un conflicto más amplio y evitar medidas de represalia por parte de Líbano.
Se espera que Nasrallah se dirija nuevamente a sus seguidores, lo que podría indicar sus intenciones después del ataque en Beirut. Si bien puede querer evitar desencadenar un conflicto importante con Israel, también necesita demostrar una respuesta al asesinato. Cualquier reacción de Hezbollah probablemente esté calculada para evitar una fuerte represalia de Israel, ya que ambas partes evalúan las posibles consecuencias de una escalada adicional.