El líder húngaro Orban utiliza su poder de veto para socavar el paquete de ayuda de $52 mil millones de la UE a Ucrania, lo que genera preocupación por posibles interrupciones y aislamiento.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, ha logrado vetar con éxito un paquete de ayuda de 52 mil millones de dólares para Ucrania, socavando el plan de Europa de apoyar al país. El uso del poder de veto por parte de Orban ha generado preocupaciones sobre sus intenciones de interrumpir la toma de decisiones dentro de la Unión Europea y remodelarla para que se ajuste a los intereses de Hungría. A pesar de las demandas de un cambio hacia la votación por mayoría, el compromiso de la UE con la unanimidad en decisiones importantes sigue sin cambios. Las relaciones entre Hungría y la UE se han descrito como irreparables y existe la preocupación de que la resistencia de Orban pueda opacar las ambiciones a largo plazo de Europa. Con el control sobre los medios de comunicación húngaros y la victoria de su partido en las últimas elecciones generales, la influencia de Orban no disminuye. Sin embargo, las próximas elecciones al Parlamento Europeo podrían consolidar aún más su poder y plantear desafíos adicionales para Ucrania y el partido de Orban en la legislatura europea.
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Hungría, un país pequeño con una economía mediocre, logró socavar el plan de Europa de proporcionar a Ucrania un paquete de ayuda de 52 mil millones de dólares. El primer ministro Viktor Orban utilizó el poder de veto que posee cada uno de los 27 estados miembros de la Unión Europea para sabotear el paquete, el cual contaba con un fuerte respaldo de países más grandes como Alemania, Francia y Polonia. Este requisito de unanimidad en decisiones importantes permitió a Orban hundir el paquete de ayuda y moldear políticas a través de lo que los críticos describen como un "constante juego de extorsión y chantaje".
Las acciones de Orban han generado preocupación de que quiera interrumpir la toma de decisiones para trastocar la Unión Europea en su forma actual y remodelarla a imagen de Hungría. Se ha vuelto más aislado desde que las fuerzas centristas y liberales en Polonia ganaron las recientes elecciones generales, poniendo fin al gobierno del partido conservador nacionalista, que estaba estrechamente alineado con Orban. Hungría ha trabajado constantemente para debilitar las sanciones europeas contra Rusia desde que comenzó su invasión a Ucrania en febrero de 2022. Sin embargo, Orban rompió filas la semana pasada al utilizar su veto para bloquear el paquete de financiamiento para Ucrania, yendo en contra de la política central de Europa de proporcionar ayuda al país.
El compromiso de la Unión Europea con la unanimidad en decisiones importantes sigue siendo invariable, a pesar de las demandas durante años de cambiar a votación por mayoría. Muchos líderes no están dispuestos a arriesgar cambios en los tratados para hacer esta transición. Mientras tanto, las relaciones entre Hungría y la Unión Europea han sido descritas como "rotas más allá de toda reparación", y existe la preocupación de que las ambiciones a largo plazo de Europa como jugador geopolítico puedan quedar eclipsadas si Orban continúa resistiendo.
Orban, quien tiene un control estricto sobre los medios de comunicación húngaros, no va a ninguna parte en Hungría, ya que su partido ganó las últimas elecciones generales. Las elecciones para el Parlamento Europeo el próximo verano podrían ser un paso importante para Orban en su camino para "tomar el control de Bruselas". Si las fuerzas de derecha hostiles a los inmigrantes, minorías y Ucrania tienen un buen desempeño en estas elecciones, podría significar aún más problemas para Ucrania y un mayor aislamiento para el partido de Orban en el legislativo europeo.