Juego de poder de los hutíes: de combatientes locales a actores globales, los hutíes de Yemen aprovechan el conflicto en Gaza para ganar legitimidad.
Los manifestantes se congregaron frente a la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, exigiendo la liberación de los rehenes restantes. A medida que la ira continúa aumentando en todo Oriente Medio debido a la guerra en Gaza, los ciudadanos están dirigiendo su frustración no solo hacia Israel y Estados Unidos, sino también hacia sus propios gobiernos respaldados por Estados Unidos. Los hutíes, que han surgido como una fuerza formidable desafiando a Israel, son elogiados por muchos en la región, incluido Yemen, donde controlan la capital, Sana. Las acciones de los hutíes, motivadas por la solidaridad con los palestinos en Gaza, los han transformado de una fuerza local a una con impacto global, lo que genera preocupaciones sobre la confianza en los actores estatales y la hegemonía occidental.
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Los manifestantes se reunieron afuera de la oficina del Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, exigiendo la liberación de los rehenes restantes. La guerra en Gaza ha alimentado la ira entre los ciudadanos de todo el Medio Oriente, no solo hacia Israel y Estados Unidos, sino también hacia sus propios gobiernos respaldados por Estados Unidos. Los hutíes, que se han convertido en una fuerza desafiante para Israel, han sido elogiados por sus acciones por muchos en la región, incluyendo aquellos en Yemen, donde controlan la capital, Saná.
Los hutíes, que una vez fueron un pequeño grupo tribal, han ganado control sobre gran parte del norte de Yemen desde su toma de Saná en 2014. Gradualmente, han aumentado sus capacidades militares y han luchado exitosamente contra una coalición liderada por Arabia Saudita. Con la intensidad de la guerra civil en Yemen disminuyendo, los hutíes están funcionando como un gobierno de facto. Recientemente han lanzado una serie de ataques, afirmando solidaridad con los palestinos en Gaza que viven bajo asedio y bombardeo por parte de Israel.
Esta campaña de los hutíes los ha transformado de una fuerza local y regional en una con impacto global. Los expertos sugieren que los hutíes buscan una mayor participación en Yemen y potencialmente buscan convertirse en un problema global. La guerra en Gaza les brinda la oportunidad de obtener legitimidad dentro de la región, especialmente porque están al borde de un acuerdo de paz con Arabia Saudita que podría reconocer su control sobre el norte de Yemen. Existe preocupación de que esta situación pueda llevar a las personas a perder la confianza en sus actores estatales y ver a actores no estatales como los hutíes como su única esperanza contra la hegemonía occidental.
La narrativa de los hutíes siempre ha incluido el apoyo a la causa palestina y la hostilidad hacia Israel. Ven a los líderes árabes respaldados por Occidente como meros mercenarios y se presentan a sí mismos en oposición a ellos. Los gobiernos árabes, que antes estaban en guerra con Israel, en su mayoría han respondido a la guerra en Gaza con condenas públicas y esfuerzos diplomáticos para impulsar un alto el fuego, lo que ha dejado a algunos ciudadanos sintiéndose impotentes. El portavoz del gobierno israelí, Eylon Levy, se refirió a los hutíes como representantes iraníes y una clara amenaza para la paz y seguridad internacionales.
El uso de la fuerza militar contra Israel también ayuda a los hutíes a evadir desafíos en el frente interno. A medida que la guerra civil de Yemen entra en una nueva fase, enfrentan presión para brindar servicios públicos y pagar salarios atrasados a los funcionarios públicos. Si bien los ataques a Israel no son la única razón detrás de sus acciones, sirve como una distracción de estos problemas internos. El mensaje ahora es esencialmente: "No hables de nada, porque estamos en guerra".