Israel y Gaza: Un descenso hacia el caos y la necesidad urgente de paz
La situación en Israel y Gaza ha alcanzado un nivel peligroso, con un aumento de las víctimas en ambos lados. El número de muertos palestinos en Gaza ha llegado a una cifra alarmante de 10.300, incluidos 4.100 niños, mientras que Israel ha perdido más de 1.400 civiles y soldados. El conflicto también ha comenzado a afectar a Cisjordania y Jerusalén Este, con informes de asesinatos, detenciones e incluso conversaciones sobre limpieza étnica. La tensión no se limita a Israel y Gaza, ya que los intercambios de fuego de Israel con Hezbolá podrían escalar en un conflicto mayor que involucre a Líbano. Con la creciente implicación militar de Estados Unidos, existe el riesgo de que también se vean arrastrados a la guerra. Muchos líderes mundiales y agencias de la ONU están pidiendo un alto el fuego inmediato, pero Israel y algunos otros países se oponen, argumentando a favor de la continuación de las operaciones militares para eliminar a Hamas. Sin embargo, existen posibles soluciones para esta crisis. A corto plazo, una suspensión de las hostilidades podría allanar el camino hacia un fin permanente del conflicto. Se están llevando a cabo negociaciones entre bastidores que involucran a Qatar, Israel, Hamas y Estados Unidos para asegurar la liberación de los rehenes israelíes detenidos en Gaza, lo que podría ejercer presión sobre Israel para que ponga fin a su bombardeo. Mirando a largo plazo, es crucial reconocer que la resistencia armada está arraigada profundamente en la sociedad palestina y comprometerse con todas las facciones políticas, incluyendo a Hamas. El liderazgo palestino también necesita renovar y expandir sus estructuras, incluyendo la representación de Hamas, para ganar legitimidad. En última instancia, el camino a seguir requiere empatía, convivencia y una reimaginación del futuro. Daniel Levy, un ex negociador israelí, está llamando a un cambio de rumbo para priorizar la vida humana y el optimismo. Es una tarea desalentadora, pero necesaria.
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Bueno, amigos, las cosas no se ven bien en Israel y Gaza. Cada día que pasa la guerra, la situación se vuelve más y más peligrosa. Es una verdadera tragedia, con Israel perdiendo más de 1,400 civiles y soldados, y el número de muertos en Gaza alcanzando una impactante cifra de 10,300, incluyendo 4,100 niños. También la situación en Cisjordania y Jerusalén Este se está deteriorando, con palestinos siendo asesinados y arrestados, e incluso se habla de limpieza étnica. ¡Vaya!
Pero no solo tenemos que preocuparnos por Israel y Gaza. Los enfrentamientos de Israel con Hezbolá en el norte podrían escalar hacia un conflicto total, arrastrando a Líbano e Israel al caos. Y con la creciente implicación del ejército estadounidense en la región, existe el riesgo de que también sean arrastrados a la guerra. Es un polvorín a punto de estallar.
La mayoría de líderes globales y árabes, así como 18 agencias de la ONU, están pidiendo un alto el fuego inmediato para frenar esta catástrofe antes de que se descontrole. Pero Israel, Estados Unidos y algunos otros países están resistiendo, argumentando que Israel necesita continuar sus operaciones militares para eliminar a Hamas. Es un juego peligroso, considerando el creciente número de víctimas civiles.
Hay dos posibles soluciones a este embrollo, amigos míos. A corto plazo, necesitamos una suspensión de las hostilidades para allanar el camino hacia un fin permanente del conflicto. No será fácil, ya que Israel ha rechazado llamados incluso a una pausa humanitaria limitada. Sin embargo, ha habido negociaciones secretas entre Catar, Israel, Hamas y Estados Unidos para asegurar la liberación de rehenes israelíes en Gaza. Si más personas son liberadas en un acuerdo, podría aumentar la presión sobre Israel para que ponga fin a su bombardeo en Gaza.
Mirando a largo plazo, está claro que la obsesión de Israel por destruir a Hamas no es una solución sostenible. La clave está en reconocer que la resistencia armada está arraigada profundamente en la sociedad palestina y encontrar una forma de involucrarse con todas las facciones políticas, incluyendo a Hamas. El liderazgo palestino también necesita renovar y ampliar sus estructuras, incluyendo la representación de Hamas, para ganar legitimidad y credibilidad ante los ojos de los palestinos.
El camino de regreso de esta situación infernal no será fácil, amigos míos. Requiere ver la humanidad en el otro lado e imaginar un futuro de convivencia. Tal vez sea posible una solución de dos estados, o quizás necesitemos replantearnos toda la idea de separación y muros. Una cosa es segura, esta pesadilla debería servir como una llamada de atención para que encontremos un camino hacia la paz y la esperanza.
Daniel Levy, presidente del Proyecto Estados Unidos/Oriente Medio y ex negociador israelí, está pidiendo un cambio de rumbo, instándonos a desatar nuestra imaginación política y sentar las bases para un futuro que priorice la vida humana y el optimismo. Es un desafío importante, pero necesario.
Nos encantaría escuchar sus opiniones al respecto, amigos. Escríbanos a letters@nytimes.com y háganos saber qué piensan.