Países de América Latina expresan indignación por la ofensiva de Israel en Gaza, cortando lazos y exigiendo el fin de la violencia.
Chile y Bolivia han condenado a Israel por sus ataques aéreos en Gaza, acusando al país de violar las leyes internacionales y de infligir castigos colectivos a los civiles palestinos. Bolivia incluso ha decidido romper los lazos diplomáticos con Israel debido a su agresiva campaña militar en la región. Sin embargo, Israel ha desestimado la decisión de Bolivia, argumentando que el país latinoamericano ya carecía de una relación significativa con ellos. El presidente de Colombia también ha criticado a Israel, pero el país no ha roto relaciones. El conflicto en Gaza ha generado resentimiento en América Latina y otras regiones en desarrollo, con acusaciones de un doble estándar en el enfoque de Occidente hacia los conflictos en Ucrania y Gaza. Brasil intentó aprobar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para un alto el fuego humanitario en Gaza, pero fue vetada por Estados Unidos. La creciente crítica a la ofensiva de Israel en América Latina y otras partes del mundo en desarrollo exige una acción urgente para proteger a los civiles y encontrar una solución pacífica.
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En un enérgico comunicado, Chile ha acusado a Israel de ignorar las leyes internacionales y de lanzar ataques aéreos que han infligido un castigo colectivo a la población civil palestina en Gaza. Esta condena se produce mientras varios países latinoamericanos expresan su indignación por la ofensiva militar de Israel en la región.
Bolivia, que recientemente restableció los lazos diplomáticos con Israel en 2019 después de una ruptura de una década, ha decidido ahora cortar estos lazos una vez más. El país protestó enérgicamente contra la campaña militar israelí agresiva y desproporcionada en Gaza, enfatizando que representa una amenaza para la paz y la seguridad internacionales. Bolivia pidió un fin inmediato de los ataques y exigió que se permita la entrada suficiente de ayuda, alimentos y agua en la región.
Por otro lado, Israel desestimó la decisión de Bolivia, afirmando que el gobierno del país latinoamericano ya había fracasado en mantener una relación significativa con ellos. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel acusó a Bolivia de alinearse con la organización terrorista Hamas y de estar influenciada por Irán, que durante mucho tiempo ha apoyado a grupos antiisraelíes. La tensión en las relaciones de Israel en la región no se limita a Bolivia, ya que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, también ha sido firmemente crítico con el gobierno israelí. Sin embargo, Colombia no ha roto los lazos diplomáticos con Israel a pesar de las recientes tensiones.
El conflicto en Gaza ha intensificado el resentimiento en América Latina y otras regiones en desarrollo, con acusaciones de un doble rasero en el enfoque de Occidente hacia las guerras en Ucrania y Gaza. Brasil, a menudo considerado un estado influyente en el mundo en desarrollo, redactó una resolución en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que pedía un alto el fuego humanitario en Gaza y condenaba los ataques terroristas de Hamas. Sin embargo, la resolución fue vetada por Estados Unidos, lo que generó frustración y llamados a una acción inmediata para proteger las vidas de los civiles en Gaza.
A medida que la situación en Gaza continúa escalando, está claro que América Latina y otras partes del mundo en desarrollo intensifican sus críticas a la ofensiva militar israelí y exigen el fin de la violencia. La difícil situación del pueblo palestino ha generado un fuerte apoyo en estas regiones, y la guerra en Gaza está alimentando aún más su resentimiento y planteando interrogantes sobre los supuestos dobles estándares en la política global. La comunidad internacional debe intensificar sus esfuerzos para lograr una resolución pacífica y aliviar el sufrimiento de los civiles inocentes atrapados en el fuego cruzado.