Lourdes Flores reflexiona sobre su carrera y el futuro político del Perú

En una reciente entrevista, Lourdes Flores, una de las pioneras en la política peruana, compartió su perspectiva sobre la actual situación del país y sus reflexiones sobre su carrera política, que incluye dos intentos fallidos por alcanzar la presidencia en 2001 y 2006. Flores no solo ha sido una figura emblemática del Partido Popular Cristiano (PPC), sino también una voz influyente en el debate político nacional. Su experiencia le ha brindado una visión profunda sobre la dinámica del electorado y los desafíos que enfrenta la política peruana hoy en día. Flores afirmó que, aunque recibió el respaldo de un 25% del electorado en sus campañas, las divisiones internas y ciertos errores estratégicos fueron determinantes en su fracaso. Recordó con nostalgia su intento en 2001, donde su meta fue recuperar el espacio histórico del PPC. Sin embargo, su anhelo de llegar a la presidencia no se concretó, lo que la llevó a reflexionar sobre las lecciones que ha aprendido de sus fracasos. “Me dolió no llegar en el 2006 a Palacio, porque había dedicado mucho esfuerzo”, señaló. Un punto crucial de la entrevista fue el impacto de ataques personales y campañas en su contra. Flores reflexionó sobre cómo el apodo “la candidata de los ricos”, impuesto por su competidor Alan García, influyó en su imagen y cómo no supo responder adecuadamente en ese momento. Reconoció que a veces es crucial defenderse con firmeza en el ámbito político, una lección que ha llevado consigo a lo largo de su carrera. Además, Flores abordó el tema de la invasión a la privacidad en la política, recordando que ha sido víctima de filtraciones y audios que han complicado su carrera. Indicó que el “chuponeo” se ha vuelto un problema en la política peruana, distorsionando la percepción pública y afectando a las figuras políticas de manera significativa. Esta problemática, según ella, no solo es una violación a la privacidad, sino también un síntoma de la corrupción que permea el sistema político. La conversación también tocó el futuro electoral del país, con énfasis en la fragmentación de los partidos políticos. Flores expresó su preocupación sobre el clima político actual, donde la polarización ha llevado a una división extrema entre los sectores. “Si queremos salir adelante como país, hay que acabar con esta polarización que a veces es mezquina y muy infantil”, afirmó, destacando la importancia de encontrar puntos en común para avanzar en la política nacional. Un tema interesante que surgió fue la posible candidatura de Keiko Fujimori. Flores no dudó en expresar su respeto por Fujimori, reconociendo su tenacidad y la injusticia que ha enfrentado en su camino político. Sugirió que Fujimori podría desempeñar un papel más convocante en vez de ser simplemente una candidata, proponiendo que podría ser una “cabeza de lista del Senado extraordinaria”. Esto abre un debate sobre el papel que podrían jugar figuras políticas como Fujimori en la búsqueda de unir fuerzas en el espectro político de derecha. En cuanto a la actual falta de mujeres en posiciones políticas, Flores subrayó la necesidad de promover a nuevas lideresas en el ámbito político, indicando que hay muchas mujeres valiosas que podrían surgir a pesar de los obstáculos que enfrentan. La conversación giró en torno a la importancia de diversificar la representación política en el país, donde la inclusión de mujeres podría transformar el panorama actual. Flores también comentó sobre la fragmentación existente y la necesidad de unirse para enfrentar el reto electoral del 2026. Manifiestó que, a pesar de las aspiraciones individuales de diferentes líderes, es crucial que la derecha trabaje en conjunto para evitar la repetición de errores pasados. “La segunda vuelta fue hecha para sumar, para que quien no alcanzó mayoría convoque”, recordó, enfatizando que la política debe centrarse en la construcción de consensos en lugar de en la confrontación. Finalmente, Lourdes Flores se mostró crítica de la situación actual del país, incluyendo la gestión de Dina Boluarte y el impacto del crimen organizado en la política. Lamentó que la confianza en el Estado se ha erosionado y que se requiere un liderazgo fuerte y colaborativo para restablecer la fe en la política. En su análisis, hizo un llamado a la reflexión sobre el futuro del Perú y la necesidad de un cambio radical en la forma de hacer política, especialmente ante la inminente elección de 2026. Con sus años de experiencia y una visión clara sobre las dificultades y oportunidades, Lourdes Flores se posiciona como una voz fundamental en el debate sobre el futuro político del Perú, abogando por un enfoque más inclusivo y colaborativo en un contexto que se torna cada vez más complejo.