Dos Bocas: el atasco de la refinería estrella de AMLO

Dos Bocas: el atasco de la refinería estrella de AMLO

La refinería Dos Bocas enfrenta retrasos, fugas y sobrecostos, generando preocupación en la industria y la opinión pública. Su viabilidad y eficiencia se ven cuestionadas, planteando un desafío para el gobierno de López Obrador en su recta final.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro

La refinería Dos Bocas, ubicada en Tabasco y considerada como el proyecto estrella del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se encuentra sumida en un atasco de retrasos, fugas y sobrecostos que han generado preocupación tanto en la industria petrolera como en la opinión pública. Este complejo industrial, que se esperaba fuera la pieza clave para la producción de gasolinas nacionales, ha experimentado una serie de contratiempos que han retrasado su puesta en marcha. La situación más reciente que ha puesto en alerta a las autoridades y a los trabajadores de la refinería fue la fuga de gas reportada el pasado sábado en las instalaciones de la refinería Olmeca, ubicada en Dos Bocas. Tras la activación del sistema de gas y fuego en el laboratorio de la refinería, se desencadenaron las alarmas y se procedió al desalojo de los empleados de Pemex y de las empresas subcontratadas. Afortunadamente, el incidente no dejó heridos ni daños materiales, pero se vio obligado a aplazar los trabajos en la planta. Desde sus inicios, la construcción de Dos Bocas ha enfrentado dificultades tanto en la planificación como en la ejecución de las obras. A pesar de las estimaciones iniciales del presidente López Obrador de que la refinería estaría lista en tres años con un presupuesto de 8.000 millones de dólares, la realidad ha demostrado lo contrario. A menos de tres meses de concluir la Administración, la refinería aún no está terminada y el gasto ya supera los 16.000 millones de dólares, de acuerdo con datos oficiales. Expertos del sector han señalado que Dos Bocas no iniciará su producción de gasolina hasta finales de 2024, lo que representa un retraso significativo en comparación con las expectativas iniciales. A pesar de que la planta combinada ya está operativa, aún se deben llevar a cabo procesos de refinación para poder utilizar la gasolina producida, debido a su alto contenido de azufre y bajo octanaje. Estos contratiempos han sido atribuidos en parte a que en Dos Bocas todo debe ser probado por primera vez, lo que ha ralentizado el proceso y generado una serie de problemas técnicos. Además, se ha informado que la refinería Olmeca, parte integral de Dos Bocas, tiene la capacidad de destilar 340.000 barriles diarios de crudo, lo que contribuiría al objetivo de soberanía energética propuesto por el presidente López Obrador. Sin embargo, los retrasos en la puesta en marcha y los sobrecostos han generado preocupación sobre la viabilidad y eficiencia del proyecto en su conjunto. A pesar de los esfuerzos por acelerar los procesos, el costo original de 8.800 millones de dólares se ha duplicado, lo que ha generado críticas y cuestionamientos sobre la gestión del proyecto. El director de Pemex ha reconocido que la compañía no cumplirá con su objetivo de autosuficiencia en la producción de combustibles durante este sexenio, y se espera que este se alcance a partir de 2025. A pesar de las inversiones millonarias realizadas en la petrolera desde 2019, los resultados no han sido los esperados y las metas fijadas por la Administración actual se han visto comprometidas. Con apenas unos meses por delante para concluir su mandato, el presidente López Obrador y su equipo enfrentan el desafío de sacar adelante un proyecto que ha enfrentado múltiples obstáculos y críticas. En resumen, el atasco de la refinería Dos Bocas refleja los desafíos y complicaciones a los que se enfrenta la industria petrolera en México. Los retrasos, las fugas y los sobrecostos han puesto en entredicho la viabilidad y eficiencia de un proyecto que en su momento se presentó como la solución para lograr la ansiada soberanía energética. A medida que se acerca la fecha límite para la conclusión de esta Administración, queda por verse si Dos Bocas logrará cumplir con las expectativas y convertirse en un motor para la industria petrolera nacional, o si se convertirá en un ejemplo de los desafíos y limitaciones que enfrenta el sector en la actualidad.

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