El reclutamiento de cubanos en Ucrania: drama humano y dilema político

El reclutamiento de cubanos en Ucrania: drama humano y dilema político

La inteligencia ucrania estima que cerca de 20.000 personas fueron captadas desde 2022 con la complicidad del Gobierno de Díaz-Canel. Algunos afirman que llegaron bajo falsas promesas

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Guerra 07.06.2025

El reclutamiento de cubanos para el conflicto en Ucrania ha desatado un profundo drama humano y político que ha resonado en la isla y más allá. A partir de agosto de 2023, la aparición de dos jóvenes cubanos, Andorf Antonio Velázquez García y Álex Rolando Vega Díaz, en un video pidiendo ayuda desde el frente de batalla, puso en evidencia las realidades desgarradoras que enfrentan aquellos que han sido atraídos por promesas de empleo y un salario tentador en el extranjero. Estos soldados, al verse envueltos en un conflicto bélico, han desatado un torrente de preguntas sobre el papel del gobierno cubano en este fenómeno.


Los testimonios de estos reclutas han generado un eco inquietante en Cuba, donde se ha intensificado el debate sobre el posible involucramiento del régimen de La Habana en el apoyo a la guerra de Rusia en Ucrania. La Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania estima que hasta 20,000 cubanos han sido movilizados desde el inicio de la invasión, aunque otros analistas consideran que esta cifra podría ser exagerada. Sin embargo, lo que parece indiscutible es que miles de cubanos están actualmente en el campo de batalla, convirtiéndose en la mayor intervención militar de la isla desde la guerra de Angola en los años 70.


Entre las historias más trágicas que han surgido, se encuentran las de jóvenes que han perdido la vida en combate. Casos como los de Raibel Palacio, un prometedor joven de 21 años, y Yansiel Morejón, un exboxeador de 26, han conmocionado a la sociedad cubana. Estos relatos de pérdida y sufrimiento resaltan la falta de información y las expectativas engañosas que enfrentan aquellos que son reclutados bajo premisas poco claras de trabajo y seguridad.


El reclutamiento de mercenarios cubanos ha sido facilitado por redes de contactos en la isla, donde se han popularizado nombres de reclutadoras que ofrecen ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdad. Testimonios revelan que muchos jóvenes son conducidos a firmar contratos en ruso sin entender plenamente lo que implica, prometiéndoles no solo un salario atractivo, sino también la posibilidad de obtener un pasaporte ruso. Sin embargo, la realidad a la que se enfrentan una vez en el campo de batalla es radicalmente diferente a lo que se les había prometido.


En medio de esta crisis, el gobierno cubano se encuentra en una encrucijada. Por un lado, debe mantener su relación con Rusia, un aliado estratégico que ha contribuido a su economía en tiempos difíciles. Por otro lado, la creciente presión internacional y la indignación de la población cubana podrían generar un clima de descontento interno que no puede ser ignorado. Mientras el presidente Miguel Díaz-Canel ha expresado su apoyo a la "operación militar especial" de Rusia, las denuncias sobre el reclutamiento de cubanos han comenzado a circular, sumiendo al gobierno en un estado de contradicción.


El impacto de esta situación en la vida de los cubanos es palpable. Muchos de los que han sido reclutados se encuentran atrapados en una trampa, con pocos recursos y sin un camino claro de regreso a casa. Testimonios como el de Frank Dario Jarrosay Manfuga, un músico que fue obligado a enfrentar la guerra después de haber sido engañado con la promesa de un trabajo en construcción, subrayan la desesperación que impulsa a muchos a tomar decisiones que les ponen en riesgo.


La falta de un marco legal claro alrededor de estos reclutamientos ha llevado a muchos a cuestionar la complicidad del gobierno cubano en este proceso. Organizaciones y legisladores en Ucrania han exigido que se tomen medidas contra el régimen de La Habana por su papel en el envío de mercenarios. Las afirmaciones de que el gobierno cubano recibe compensaciones económicas por cada recluta han alimentado la percepción de un entramado oscuro que se beneficia del sufrimiento de sus ciudadanos.


La esperanza de muchos cubanos que se han embarcado en esta peligrosa aventura puede verse frustrada por la dura realidad del conflicto. Las tasas de mortalidad entre los mercenarios cubanos son preocupantes, y se estima que la mayoría de ellos no cuentan con el apoyo del gobierno cubano en caso de ser capturados. Esto plantea un dilema moral y ético sobre la responsabilidad del régimen hacia sus ciudadanos, quienes son enviados a una guerra sin los recursos ni el respaldo necesario.


Finalmente, la experiencia de los cubanos reclutados para el conflicto en Ucrania sirve como un recordatorio escalofriante de las dificultades que enfrentan muchos en la isla. Mientras algunos ven en el reclutamiento una salida a la pobreza y la desesperación, otros caen en un ciclo de engaños y traiciones que les puede costar la vida. La historia de estos jóvenes reclutas es, en última instancia, una reflexión sobre la búsqueda de un futuro mejor, la lucha por la dignidad y la necesidad de un cambio en la política y la economía de Cuba.

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